El destacado escritor, filósofo y académico Ziley Mora Penrose ha reflexionado mucho sobre este tiempo de pandemia y confinamiento. “Con esta gran crisis, se desmorona no solo una época, sino un mundo de asuntos, una cultura de las cosas habituales que tú conocías bien, pero que comienzan a moverse hacia estaciones muy lejanas”, remarca.
Es autor de más de una veintena de libros vinculados a la tradición oral, prácticas y espirituralidad de los antiguos mapuches, entre ellos “Yerpún, el Libro Sagrado de la tierra del sur” y el diccionario “Zungun, palabras que brotan de la tierra”.
Mora Penrose creó en 2002 la Ontoescritura, disciplina que consiste en llegar a lo genuino del Ser vía el autorelato y análisis-recapitulación y resignificación de la historia personal.
“En este confinamiento, de improviso te hicieron bajar en una estación intermedia –apunta. Y ello es por algo, porque como ya lo sabías, no queríamos hacernos cargo de la emergencia. Hasta que nos obligaron. Comienza a hacer el recuento de cuántas cosas que -pertenecientes a tu reciente pero ya antiguo mundo- no volverán. Porque con esta gran crisis, se desmorona no solo una época, sino un mundo de asuntos, una cultura de las cosas habituales que tu conocías bien, pero que comienzan a moverse hacia estaciones muy lejanas”.
“Con sobriedad pero sin angustia , inspecciona los carros que ya se están moviendo hacia esa imposible estación, recapitula su contenido, clasifica o rotula lo que te dieron o significaron , extrae sin drama y hasta con alegría lo esencial de ello, agradece los servicios prestados y …listo. Despídete, ponle una dirección final, y despacha sin nostalgia a esa locomotora”.
Ziley Mora asegura “que si registras bien, tu memoria esencial va a quedar suficientemente equipada para el viaje que viene. Además, es probable que para ello, tú vas a ser un importante ingeniero de vías, un paisajista diseñador de caminos, porque el nuevo tren que abordarás, será autoconstruido con lo más útil y con lo mejor que abandonas”.
“Quisiera advertirte, que a pesar de haber sido quizá por unos veinticinco años tan habituales, a pesar de que tu hayas nacido con ellas, créeme, la partida de aquellas modernas cosas -más a la corta que a la larga- no te van a significar gran pérdida. Porque lo que humanamente tendremos que empezar a construir tú y yo, los lazos humanos perdidos y reencontrados en la nobleza de la Madre tierra, ni de lejos se van a comparar con lo que estás despachando…”, pone el acento.
Es autor de más de una veintena de libros vinculados a la tradición oral, prácticas y espirituralidad de los antiguos mapuches, entre ellos “Yerpún, el Libro Sagrado de la tierra del sur” y el diccionario “Zungun, palabras que brotan de la tierra”.
Mora Penrose creó en 2002 la Ontoescritura, disciplina que consiste en llegar a lo genuino del Ser vía el autorelato y análisis-recapitulación y resignificación de la historia personal.
“En este confinamiento, de improviso te hicieron bajar en una estación intermedia –apunta. Y ello es por algo, porque como ya lo sabías, no queríamos hacernos cargo de la emergencia. Hasta que nos obligaron. Comienza a hacer el recuento de cuántas cosas que -pertenecientes a tu reciente pero ya antiguo mundo- no volverán. Porque con esta gran crisis, se desmorona no solo una época, sino un mundo de asuntos, una cultura de las cosas habituales que tu conocías bien, pero que comienzan a moverse hacia estaciones muy lejanas”.
“Con sobriedad pero sin angustia , inspecciona los carros que ya se están moviendo hacia esa imposible estación, recapitula su contenido, clasifica o rotula lo que te dieron o significaron , extrae sin drama y hasta con alegría lo esencial de ello, agradece los servicios prestados y …listo. Despídete, ponle una dirección final, y despacha sin nostalgia a esa locomotora”.
Ziley Mora asegura “que si registras bien, tu memoria esencial va a quedar suficientemente equipada para el viaje que viene. Además, es probable que para ello, tú vas a ser un importante ingeniero de vías, un paisajista diseñador de caminos, porque el nuevo tren que abordarás, será autoconstruido con lo más útil y con lo mejor que abandonas”.
“Quisiera advertirte, que a pesar de haber sido quizá por unos veinticinco años tan habituales, a pesar de que tu hayas nacido con ellas, créeme, la partida de aquellas modernas cosas -más a la corta que a la larga- no te van a significar gran pérdida. Porque lo que humanamente tendremos que empezar a construir tú y yo, los lazos humanos perdidos y reencontrados en la nobleza de la Madre tierra, ni de lejos se van a comparar con lo que estás despachando…”, pone el acento.