El destituido presidente peruano Martín Vizcarra cuestionó este martes la “legalidad y legitimidad” de su sucesor Manuel Merino, luego que éste asumiera el poder en el Congreso en medio de protestas en las calles.
“Tengo preocupación, como la tienen muchos peruanos, porque una autoridad para poder ejercer su autoridad necesita dos principios y condiciones básicas: legalidad y legitimidad”, dijo Vizcarra al día siguiente de ser destituido por “incapacidad moral” por el Congreso.
“La legalidad está en tela de juicio porque todavía el Tribunal Constitucional no se manifestó y la legitimidad la da el pueblo”, declaró el popular exmandatorio de centroderecha a los periodistas afuera de su casa en Lima.
Mientras Vizcarra declaraba, en las calles y plazas del centro histórico de Lima, la policía reprimía con gases antimotines para dispersar a numerosos grupos de manifestantes.
El Tribunal Constitucional tiene pendiente resolver en diciembre una demanda para definir los alcances de la “incapacidad moral” que había presentado Vizcarra en septiembre cuando Merino, quien también es de centroderecha, echó a andar una primera moción de destitución en su contra, que no prosperó.
Por otro lado, Vizcarra se comprometió a colaborar con la fiscalía en las investigaciones de las denuncias de que habría recibido sobornos en 2014 cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua, cargos que él niega y que sirvieron al Congreso de argumento para destituirlo.
Ingeniero de 57 años y empresario de la construcción, Vizcarra dijo que retomará su actividad profesional.
“Obviamente yo quería estar (en la presidencia) hasta cumplir el plazo establecido por la Constitución, el 28 de julio del 2021. Pero pareciera que finalmente la democracia se ha sustentado en la dictadura de los votos del Congreso”, agregó.
“Regresaré a mi actividad profesional, yo siempre trabajo, no puedo dejar de hacerlo”, agregó, sin precisar si retornará a Moquegua su tierra natal al sur del país.