Esta solución tecnológica –el primer caso en Latinoamérica– se une a las actuales opciones de autentificación a través de la huella digital y la tradicional clave numérica (PIN).
Los establecimientos comerciales normalmente solicitan la autenticación de las transacciones a los emisores de medios de pago electrónicos, ya que el comercio desea asegurarse de que el portador de la tarjeta es realmente su titular. En el mundo físico, por ejemplo, se usa la clave o contraseña (conocida como PIN) para la tarjeta con chip. En el mundo digital, la solución ofrecida por Visa a Banco Neon permite que la autenticación de la transacción se realice mediante una selfie, de forma simple y segura. Durante el proceso de apertura de cuenta, después que el usuario envía una foto del documento de identidad, registra una contraseña numérica, su huella digital, y toma una selfie para el reconocimiento facial. El sistema de seguridad y autenticación del emisor compara si la selfie corresponde con la foto del documento.
“La sofisticación y la excelencia se alinean con la simplicidad. A través de la tecnología, buscamos siempre entregar soluciones eficientes que no por eso dejen de ser simples para el cliente”, comenta Pedro Conrade, CEO del Banco Neon. “En Visa adoptamos la metodología de diseño centrado en las personas para desarrollar tecnologías que atiendan las necesidades y resuelvan los problemas reales del consumidor final, quien cada vez tiene más poder”, añade Percival Jatobá, vicepresidente de Productos de Visa en Brasil”.
FUNCIONAMIENTO
Cuando un establecimiento comercial registra en su sitio una compra realizada con una tarjeta Neon Visa y, por algún motivo, desea comprobar la identidad del portador de la tarjeta, envía una solicitud de autenticación al emisor de la tarjeta, en este caso el Banco Neon. Visa procesa esa solicitud y la envía al Banco Neon, el cual envía una notificación al celular del consumidor preguntándole si realmente ha realizado esa compra por ese valor, brindándole al titular de la tarjeta la oportunidad de autenticar la transacción por medio de una selfie, clave o huella digital.El consumidor, a su vez, elige el método de autenticación que le resulte más conveniente en ese momento. Una vez confirmada la identidad, la compra puede ser aprobada por el emisor.