Las pruebas diagnósticas, proporcionan un punto de entrada clave en los programas de prevención y atención del VIH. No obstante, las tasas de exámenes que se realizan siguen siendo subóptimos, ya que más del 40% de las personas infectadas con VIH desconocen su estado.
Así, grupos vulnerables y de difícil acceso como hombres, adolescentes y poblaciones estigmatizadas o marginadas como las privadas de libertad, muestran tasas de prueba particularmente bajas y con frecuencia con menos probabilidades de utilizar métodos de prueba convencionales.
Por otra parte, métodos tradicionales de diagnóstico puede dar como resultado un gran número de resultados positivos perdidos, diagnósticos de VIH no tratados y una transmisión continúa de la infección. Por lo tanto, cada vez es más importante el diagnóstico y la adopción temprana del tratamiento para reducir la incidencia de infecciones secundarias asociadas al VIH.
La primera generación de diagnósticos, como el Elisa y el Western Blot, se basó en la detección de anticuerpos en la sangre de la persona, lo que significaba que el diagnóstico VIH positivo solo se podía establecer después de la expresión de anticuerpos asociados al virus dentro de seis a doce semanas.
Las pruebas de segunda y tercera generación, redujeron el periodo de cuatro a seis semanas y dos semanas respectivamente. Ahora, el primer kit diseñado específicamente para ser un kit de autoprueba, conocido como OraQuick In Home fue aprobado por la FDA el 2012.
Desde ahí, se han perfilado diseños de positivos de autoprueba para apuntar a la aceptabilidad y para aumentar el rendimiento de las pruebas.
El AtomoRapid HIVST es uno de los kits de diagnóstico basados en sangre que recibió CE (Conformité Européene) y la precalificación de la OMS. Pero, una serie de barreras han resultado en el lento desarrollo de nuevos diseños, las que incluyen cuestiones estructurales, como la económica y los obstáculos normativos, que han dificultado la adopción de nuevos dispositivos a escala. A pesar de esto, el mercado de HIVST se está expandiendo con más productos de HIVST.
En una publicación que resume el análisis de 618 estudios que emplearon este test rápido, concluye que esta técnica apoya el diagnóstico en poblaciones donde se ha observado incremento de VIH/Sida y que de lo contrario no se realizarían el examen. Sin embargo, se requieren más investigaciones sobre como apoyar este test rápido con las pruebas confirmatorias, la prevención, el tratamiento y la atención en los servicios especializados.
Hay que fomentar la detección oportuna de los nuevos casos de VIH para disminuir el 40% de retardo en el diagnóstico que actualmente hay en el país. La evidencia respecto a los beneficios de usar una prueba rápida, incluso en términos de costo-efectividad, está creciendo.
Para esto es necesario realizar el testeo a través de las actividades de acercamiento comunitario como las que se han contemplado para este verano, no obstante, no hay que olvidar la prevención primaria a través del uso del condón.
• Dra. Erica Castro, matrona e investigadora de la Universidad San Sebastián.