A la salida de la reunión, Givovich sostuvo que “la verdad ya está, eso es algo irrefutable y ahora lo que nos queda es esperar que haya justicia y reparación para que haya reconciliación”.
Por su parte, Jaime Concha, quien se identificó como “médico familiar y sobreviviente de los abusos sexuales de la Congregación de los Hermanos Maristas”, calificó este día como “histórico”, porque “por fin se ha roto el círculo de hierro que se había establecido para la impunidad y esto es muy importante, porque nunca más las víctimas de abusos sexuales eclesiásticos no van a ser escuchadas“. “Lo que pedimos solamente es que todos aquellos que han sido abusadores, cómplices y encubridores se pongan a la disposición de la justicia, sean apartados de cargos de representación o de gestión, para que creamos espacios de confianza, de seguridad para nuestros niños”, señaló Concha.
Para finalizar, el médico familiar dijo que “tenemos la tranquilidad que ahora los antecedentes van a estar con Francisco y el Vaticano y ellos decidirán si siguen encubriendo o hacen justicia. Confiamos en que la justicia va a llegar por fin”.
Otra de las víctimas, Gonzalo Dezerega, expresó al salir del encuentro que “encontramos en el monseñor Scicluna un respaldo, que escuchó muy bien nuestros testimonios y esperamos que la Santa Sede tome una resolución favorable y que los que sean los jueces, sean en la Santa Sede y no los mismos maristas que son jueces y parte, por la transparencia de todo“.