Informó que entre el 17 y 20 de marzo cerró la gran mayoría de las tiendas del retail, con caídas en sus ventas por sobre el 50% en aquellas categorías que no son de primera necesidad como vestuario y calzado. Solo la línea tradicional de Supermercados marcó un alza en marzo y ayudó a que la caída total del índice no fuera aún más pronunciada.
Explicó que estos centros de abastecimiento tuvieron dos hitos durante el tercer mes del año que impulsaron sus ventas. Primero, a principios de mes, se vio un aumento en la demanda producto de la crisis social que atravesaba el país y el miedo a que retornaran con fuerza los actos de violencia y con esto el cierre de locales. Luego, en la segunda quincena, la crisis sanitaria desató otro fuerte aumento en la demanda producto también del temor por parte de los consumidores de que los locales cerraran o que hubiera desabastecimiento. De esta manera el sector supermercados, junto al alza en ventas a través de las aplicaciones – que al pasar por caja son consideradas como venta presencial – impulsó sus ventas físicas en medio de la crisis por Covid-19.