Un potente y particular llamado realizó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, el pasado 1 de mayo en el marco del Día del Trabajo, tras pedirle a los ciudadanos que apoyen sus reformas y advertirle al Congreso de una “revolución” en caso de rechazar estas medidas.  

“El intento de coartar las reformas puede llevar a la revolución. Lo que se necesita es que el pueblo esté movilizado, como lo estuvo con ( Simón) Bolívar”, manifestó Petro ante cientos de ciudadanos congregados frente a la sede de gobierno. 

El mandatario, primer presidente de izquierda en la historia de su país, propuso desde su campaña una serie de reformas profundas, entre las cuales está reducir la participación privada en el sistema sanitario, redistribuir las tierras improductivas, reformar el sistema de pensiones y justicia.

Asimismo, en su discurso se dirigió directamente a los campesinos, jóvenes y poblaciones pobres del país, mencionado que “no nos dejen solos en estos palacios enormes y fríos. No nos dejen solos ante la jauría de privilegiados. Este es el momento de los cambios y no hay que retroceder (…) los invito a estar en la primera línea de la lucha por las transformaciones”.

Al final de su intervención, Petro abrió una puerta al consenso, al expresar que “podemos ceder si estamos equivocados (…) No estamos alejados del diálogo”

En estos momentos, el gobierno de Petro atraviesa una de las situaciones más complejas desde que está en el poder, luego de que el miércoles pasado rompiera el vínculo con los partidos tradicionales que lo apoyaron al inicio de su mandato, dando un giro al oficialismo y reemplazó a siete ministros por antiguos colaboradores políticos.