El puesto de director de comunicación tradicionalmente está menos expuesto que el de portavoz, quien es el rostro cotidiano del presidente estadounidense. Desde la salida en julio de Sean Spicer, la portavoz ha sido Sarah Huckabee Sanders, de 34 años.
Cercana al presidente, Hope Hicks tendrá una tarea difícil en una Casa Blanca donde la comunicación está marcada por el ritmo de los tuits, en estilo y tono muy personal, del inquilino de la oficina Oval.
Hicks es la tercera persona en ocupar el puesto después de que Mike Dubke dimitiera en mayo, y de Anthony Scaramucci, quien tuvo un rápido paso por ese cargo.
Apodado “The Mooch”, este financiero de Nueva York llegó a la Casa Blanca a finales de julio para poner en orden una comunicación presidencial caótica y para terminar con las filtraciones a la prensa.
La cruel ironía que utilizó en una entrevista con un periodista neoyorquino, inusual en un comunicador, precipitó su caída.