Un “chascarro” impresentable
*Por José Tomás Fernández
La final de la Copa Chile que se disputará este este sábado en Concepción entre Santiago Wanderers y la Universidad de Chile será el partido estelar del fútbol chileno en este receso de fecha FIFA y elecciones presidenciales.
En un principio comencé escribiendo acerca de las variantes tácticas de ambos equipos, como la polifuncionalidad que le ofrecen Esteban Carvajal, Luis García y, en menor medida, Andrés Robles al técnico Nicolás Córdova; los tándems que pueden formar los “caturros” (interesante sería ver a Luis Pavez con Francisco Piña con la izquierda, algo que no sucedió el sábado pasado en Valparaíso); la puesta a punto de hombres como Gonzalo Jara o Sebastián Ubilla; el regreso de Jean Beausejour o lo que gana y pierde el conjunto azul con Rodrigo Echeverría en cancha…
Pero no. Durante estos días, me llamó poderosamente la atención algo que ocurrió en la V Región. Para contextualizar mejor, me refiero a lo sucedido en la conferencia de prensa en el Complejo Deportivo de Mantagua, en donde Gabriel Castellón y Jean Paul Pineda comparecieron ante los medios de comunicación, donde el delantero que viene de jugar en el EC Vitória dejó en claro que desconocía que el club al que pertenece va a participar de la Copa Libertadores de América 2018. ¡Plop!
Para algunos medios de comunicación este “chascarro” fue algo cómico, se utilizó como la nota divertida de la jornada y no tuvo mayor repercusión, pero yo realmente sí me quiero referir a la situación, porque –sin querer caer en la gravedad– me parece impresentable.
Lo de Pineda viene a reflejar cómo es el futbolista chileno y de qué forma se toman su profesión, lo que al final viene a ser un buen argumento del porqué la gran mayoría fracasa en el extranjero. En buen chileno, tal como diría Marcelo Ríos, “no están ni ahí”, porque independiente de que Pineda lleve tres o cuatro meses en el club, era una información que debía conocer.
Una vez consumada la clasificación de Santiago Wanderers ante Huachipato en la semifinal de la Copa Chile, los “porteños” tenían claro que si C. D. Antofagasta quedaba eliminado en la otra llave ante la “U”, automáticamente clasificarían a la Libertadores por el hecho de que los universitarios ya habían asegurado su cupo en el torneo continental al ganar el Torneo de Clausura 2017 disputado durante el primer semestre.
Es decir, desde la noche del 25 de octubre que se confirmó el retorno de Wanderers al concierto internacional, se mostró en televisión, se habló en las radios, salió en los diarios y sus portales digitales y Jean Paul no se enteró…
Mi pregunta es, ¿de qué hablan en el camarín de Wanderers? ¿Alguien podría entender que en dos semanas Pineda ni siquiera escuchó una conversación de camarín acerca de la clasificación? ¿Ni su representante pudo advertirle que seguir en el equipo de la V Región podría ser beneficioso porque hay una Libertadores de por medio?
En el fondo, Pineda demuestra que en Wanderers solo está de paso y que no le genera mayor pasión el estar ahí, lo que -a mí modo de ver- es un cachetazo al pueblo wanderino, que promedia cerca de 9 mil personas en partidos como local en el Transición a pesar del mal momento en el torneo, una hinchada que está presente independiente de los resultados y que tiene que bancarse que uno de sus jugadores no sepa ni dónde está parado.
*José Tomás Fernández es Periodista de la Universidad Diego Portales e integrante del programa “Cónclave Deportivo” de Radio La Clave.