Un turista que visitaba el Carlsbad Caverns National Park en Estados Unidos dejó caer una bolsa de Cheetos en una de las cuevas del parque ubicado en Nuevo México, desatando un impacto que podría “cambiar el mundo”, de acuerdo con la reserva natural.
La situación fue expuesta por el propio parque mediante su cuenta de Facebook, donde incluyeron una fotografía del envoltorio. En la publicación, realizaron una fuerte advertencia sobre el impacto que tiene este tipo de sucesos en el ecosistema.
“Grande o pequeño todos dejamos impacto donde quiera que vayamos. Cómo elegimos interactuar con los demás y el mundo que compartimos tiene sus efectos momento a momento”, comenzaron diciendo en el post.
“Los impactos incidentales pueden ser difíciles o imposibles de prevenir. Como el simple hecho de que cada paso que una persona da en la cueva deja un buen rastro de pelusa”, complementaron.
Sin embargo, subrayaron que hay otros eventos que son evitables: “Como una bolsa de aperitivos completa que se cayó en el Big Room. Para el dueño de la bolsa de aperitivos, el impacto es probablemente incidental. Pero para el ecosistema de la cueva tuvo un gran impacto”.
Por ello, ahondaron en que el “maíz procesado, ablandado por la humedad de la cueva, formó el ambiente perfecto para albergar vida microbiana y hongos. Los grillos de las cuevas, ácaros, arañas y moscas pronto se organizaron en una red alimenticia temporal, dispersando los nutrientes a la cueva y a las formaciones circundantes”.
Según indicaron, los guardabosques pasaron al menos 20 minutos quitando los restos de moho de la superficie de la cueva. “A la escala de la perspectiva humana, una bolsa de bocadillos derramada puede parecer trivial, pero para la vida de la cueva puede cambiar el mundo”, apuntaron.