El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, aseguró que reconocería una hipotética derrota en las elecciones de noviembre próximo siempre y cuando sus rivales no hicieran “trampas” ni impusieran nuevas normas y regulaciones “que no tienen poder de aplicar”.
“Creo que si pierdo, este país entrará en una espiral sin precedentes, como nunca antes se ha visto, como en 1929, pero si pierdo, y si las elecciones son libres y justas, por supuesto que aceptaré los resultados”, dijo en una entrevista para CBS.
Trump también subrayó que su aceptación de los resultados dependería de que no se cometieran fraudes, no se descartaran papeletas ni se impusieran nuevas reglas y regulaciones. Insinuó nuevamente que fue víctima de fraude electoral en 2020. “Se han hecho cosas durante los últimos cuatro años que harán de estas unas elecciones libres y justas”, comentó.
“Si veo que hemos tenido unas elecciones justas y libres (…) Nunca verán a nadie más honorable que yo”, afirmó, mientras lanzaba críticas a su oponente, la entonces vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. “Nuestro país necesita una persona muy inteligente, y no creo que ella lo sea. No lo considero un insulto, es un hecho”, expresó Trump, justificando sus palabras aludiendo a un supuesto “historial de locura”.
Además, Trump afirmó que haría públicos los informes y exámenes médicos a los que fue sometido tras el intento de asesinato que sufrió un mes antes, para demostrar que no sufría estrés postraumático ni otras secuelas.
“Todo salió bien. Uno de los médicos dijo, ‘nunca había visto algo así’. No, no tengo ningún problema. Yo iría un paso más allá, creo que todo aquel que se presente a la presidencia, ya tenga 75, 65 o 45 años, debería hacerse una prueba cognitiva”, sugirió.