En un extenso descargo público, Rafael Cavada entregó detalles sobre el quiebre matrimonial con su exesposa, la uruguaya Fiorella Choca, donde se han visto involucrados sus tres hijos debido a temas de custodia, pensión alimenticia y hasta una acusación de violencia.
El periodista utilizó su cuenta de Instagram para informar que su expareja lo denunció por violencia física y psicológica, en medio de una demanda que busca una relación directa y regular con sus hijos. Cavada acusó que se trataría de una estrategia legal para obstaculizar el proceso y su relación con los menores.
“Tres semanas desde la última vez que estuve con mi hijo menor, Silvestre, después de su alta de la clínica. Tampoco lo ha visto su abuela, mi madre, que vino desde Uruguay. Desde nuestra separación en enero sólo he podido ver a mis hijos por unas horas un par de días a la semana, en forma muy restringida, condicionando mi relación con los niños al acuerdo en materia de alimentos”, comenzó exponiendo.
El comunicador señaló que había evitado referirse a su separación “porque mi convicción siempre fue -y la mantengo- de que ellos no leerían en la prensa alguna línea de mi autoría que hablara mal de ella. Pero, eso no significa renunciar a los caminos jurídicos que amparan mi derecho y el de mis hijos a tener una relación directa y regular, ni callar ante acusaciones graves e infundadas”.
“Hoy, al cumplirse estas tres semanas, me entero de que mi exesposa me ha denunciado por violencia física y psicológica durante toda nuestra relación. Esto coincide con la interposición de una demanda de relación directa y regular que me ví en la obligación de interponer para poder estar con mis hijos”, reveló el rostro de Chilevisión.
Sobre la misma línea, Cavada deslizó que sospecha que “se trata de una estrategia para continuar obstaculizando el régimen comunicacional al amparo de la nueva Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres”.
A su vez, la denuncia “coincide con la imposibilidad de llegar a acuerdo en materia económica, ya que se me exige el pago de una pensión alimenticia a su favor y la de mis hijos que asciende a casi 90% de mi sueldo. Esta denuncia contra mí evidentemente entorpece mi anhelo por lograr una tutela compartida de mis tres hijos que ella, abiertamente, me ha denegado”.
“En lo que a mí respecta sé que el daño a mi imagen ya está hecho”, sostuvo.
“Cuando la justicia compruebe la falsedad de estas acusaciones habrá pasado tiempo y las injurias habrán hecho lo suyo. Con todo, hago esto público porque además de mi inmenso dolor por no estar con mis hijos, me parece impresentable y francamente injusto que protecciones y derechos legítimos de las mujeres y madres sean mal usados con el solo objetivo de sacar provecho económico y/o revanchas personales que escapan por dónde se mire a asegurar el bien superior de los hijos e hijas”, sentenció.