Trabajadores del Sename: “También tenemos derecho a un ambiente laboral digno y sano”
“¿Dónde está la línea, el límite entre reprender para enseñar y la vulneración de derechos? Eso, como trabajadores, nos deja en el aire, porque no estamos capacitados para entender estas nuevas lógicas”.
Esa es la impresión que dejaron en el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Regionales (Anfur) del Servicio Nacional de Menores (Sename), Luis Cortez Bosh, las conclusiones del informe dado a conocer por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) sobre la situación que viven los niños, niñas y adolescentes a cargo de los centros de administración directa y colaborativa de la repartición.
Contactado por La Nación, el dirigente de una de una de las tres principales agrupaciones (Anfur, Afuse y Antrase) de trabajadores de los hogares que sustenta el Estado, señaló que “la primera reflexión es que fallamos como servicio en la supervisión”, considerando que el 80% de los abusos cometidos contra menores de edad corresponde a las instituciones coadyudantes del Sename.
“Indudablemente que toda agresión a un niño o adolescente es repudiable, el tema está en cuando se establecen los castigos como vulneraciones de derechos en un contexto de menores de edad que están en un proceso emanado por un tribunal, no los vamos a buscar a la calle, y que habitan en un centro donde tiene que haber cierta normativa que permita generar un orden. No se trata que alguien pueda hacer lo que quiera”, explicó.
Subrayó que hasta ahora hay protocolos para proceder en los centros y los hogares colaborativos no tienen pero se guían los de la institución pero, indudablemente, debe estar establecido y protocolarizado cuáles van a ser las consecuencias de un acto de un niño que haya cometido una acción.
“Hoy es muy complejo para nosotros como funcionarios trabajar con los niños, niñas y adolescentes porque no sabemos cómo tratarlos, cómo poder formarlos y vincularlos porque cualquier cosa hoy día es tildada de agresión, de sanción, de todo. No lo puedes por ejemplo levantar a la 09:00 de la mañana porque eso de acuerdo al informe pasaría a ser un maltrato”.
Entonces, ¿hay una falencia institucional en torno a preparar a los funcionarios respecto del trato con los menores de edad a su cargo?
“Sí, exacto. Es cómo voy a formar a los chicos en el contexto que están vulnerados, que son complejos, que vienen de familias disueltas, que tienen algunos problemas siquiátricos, graves problemas de droga, han sido abusados, entonces cuál es la línea de acción para esos chicos. Ahí nos preocupa el fondo ¿qué hemos avanzado? Nos preocupa, porque qué hacer con el Sename, si dividirlo, cambiar el nombre o meterle más plata, no es lo más importante. Como trabajadores creemos que no, hay un tema de modelo que tenemos que estudiar de cómo vamos a formar a estos chicos, cuál va a ser la intervención con ellos. No he escuchado en la discusión sobre los modelos de intervención modernos, nuevos para estos chicos”.