El domingo 22 de marzo del 2020, a las 22 horas, comenzó a regir en Chile el toque de queda. La medida se implementó en el marco del Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, que el Presidente Piñera decretó el 18 de marzo del año pasado, dos semanas después de que se confirmara el primer caso de Covid-19 en el territorio.
Dicho Estado de Excepción amplía las facultades del Presidente de la República y le otorga el derecho a delegar total o parcialmente en los Jefes de Defensa Nacional el mando de las FFAA de la zona declarada de catástrofe, para que con fines de orden público y seguridad nacional, controlar la entrada y salida de personas y determinar la distribución de bienes para la población del lugar.
En poco más de un año de su entrada en vigencia, han surgido cuestionamientos a su efectividad y se ha solicitado reevaluarla aduciendo lo necesario que es flexibilizarla por el despegue de la economía y la salud mental.
El fin de semana se puso fin al estado de alarma en España y los ciudadanos, especialmente los más jóvenes, celebraron con fiestas y “botellones” en las calles.
¿Podría ocurrir lo mismo en Chile?
He aquí las distintas miradas que hay sobre el toque de queda en el país y qué debería hacerse para no restringir tanto las libertades de las personas.
SEBASTIÁN SICHEL: FLEXIBILIZAR POR LA SALUD MENTAL Y LA ECONOMÍA
El precandidato presidencial independiente de Chile Vamos, Sebastián Sichel, es uno de los que ha levantado la voz. Solicitó reducir la franja del toque de queda en comunas que alcancen la fase 3 o superiores, argumentando razones de salud mental, los problemas asociados al hacinamiento y la crisis en determinados sectores de la industria.
El expresidente del Banco Estado acusó que “mantener restringidos los horarios de desplazamiento genera problemas de salud mental y, además, aumenta los problemas asociados al hacinamiento, razón por la que muchas personas necesitan salir de sus hogares no solamente por motivos laborales. Además, el encierro genera problemas asociados a la salud mental que tienen, a veces, efectos tan catastróficos como la pandemia”.
El presidenciable afirmó que los sectores como el turismo, la gastronomía y el hotelero se ven específicamente afectados por la restricción, al estar obligados a cerrar temprano. “Lo mejor sería volver a los horarios cercanos a las 23 horas y estudiar, seriamente, si es necesario mantenerlos en fase 3”, aseguró.
El abogado argumentó que, dado “a que ya se pueden abrir los centros comerciales, se podrá votar y la vacunación sigue realizándose en todo el país, es necesario pensar en las personas a las que se les hace insostenible el encierro, ya sea por temas económicos como de salud mental”.
Sumado a ello, Sichel pidió estudiar la efectividad del toque de queda en la fase 2 de Transición.
TOMÁS HIRSCH: FIN A UNA MEDIDA QUE ATENTA CONTRA LA LIBERTAD
El diputado del Distrito 11 perteneciente al movimiento político Acción Humanista, Tomás Hirsch, señaló, en una columna publicada en La Nación el 5 de marzo pasado, que “no queda clara la relación entre el toque de queda y el propósito del Estado de Excepción, al parecer se trata de una medida funcional a la necesidad del Gobierno de aplacar las movilizaciones iniciadas a fines del 2019. Así la pandemia termina siendo la excusa perfecta para desmovilizar a la gente, tal como se hizo (por algunos días) durante el estallido social de octubre”.
El parlamentario explicó que tenía dudas sobre la utilización de esta herramienta, ya que “el toque de queda aparece como inalterable frente a las distintas medidas adoptadas con gran flexibilidad y libertad por el Gobierno para responder a las variaciones en el número de contagios o casos activos de Covid-19 por comuna, definiendo parámetros para cada fase que se adecúan al sistema de cuarentenas dinámicas o a las distintas fases del plan Paso a Paso”.
En este sentido, remarcó: “Uno puede entender que se decrete toque de queda en una situación de catástrofe como ocurrió durante los días posteriores al terremoto del 27F y por un período de tiempo acotado, pero de ninguna manera lo podemos aceptar como ‘la nueva normalidad’”.
En opinión de Hirsch: “Parece evidente que la normalización de esta medida es una manera fácil de impedir la movilización y la participación ciudadana de modo que la gente no pueda disponer de sus tiempos y desplazarse con libertad en distintos momentos del día”.
En ese marco, manifestó que hay que “poner fin al toque de queda que atenta contra nuestros derechos y libertades sin aportar ningún beneficio individual ni colectivo”.
JUAN LUIS CASTRO: FISCALIZAR DE FORMA EFECTIVA
El diputado del PS, José Luis Castro, cuestionó la eficacia en la fiscalización: “El toque de queda es para disminuir el desplazamiento a cero, ¿pero cual es el problema? Que no se respeta ni se hace respetar, por lo tanto mucha gente hoy en día no toma en cuenta el toque de queda porque son pocas las fiscalizaciones, se hacen sumarios muy escasamente, y por lo tanto el elemento disuasivo no se ha cumplido”, remarcó a La Nación.
Frente a esto, afirmó: “Yo soy partidario que se mantenga el toque de queda, aplicarlo y hacerlo cumplir de verdad y en una hora que podría ser perfectamente las 22 horas de manera permanente en el marco del invierno, pero, totalmente regulables y demostrables de que nadie ande circulando fuera de su horario, y para eso se necesita control de verdad en las calles”.
EL CASO DE ESPAÑA Y EL ANUNCIO DEL MINSAL
Este domingo España puso fin al Estado de alarma, sumándose al fin del toque de queda en Bélgica y la relajación de las restricciones en Alemania.
En el país hispano se vio en las calles gente celebrando por el término del toque de queda en muchas regiones del país que estuvieron por varios meses con movilidad reducida.
De esta forma, el domingo se escucharon gritos, música, bailes e incluso petardos que estallaron en los barrios de Barcelona cuando los relojes marcaron la medianoche y en su mayoría jóvenes salieron a la playa, donde se improvisó una fiesta con pocas precauciones frente a la pandemia.
Y si bien Chile no es España, hay que estar atentos ante un eventual panorama parecido. Esto, ya que este lunes, el ministro de Salud, Enrique Paris, en el balance diario de casos, sostuvo que el Gobierno está evaluando modificar la aplicación del toque de queda como medida para combatir los contagios de Covid-19.
“Lo discutimos hoy día (lunes) en la reunión de la Mesa Covid con el Presidente, con los otros ministros, y se va estudiar esa posibilidad de cambiar el toque de queda“, afirmó el titular de Salud.
“Se anunciará oportunamente”, aseguró.
Posteriormente, el Presidente Piñera anunció que el toque de queda comenzará el domingo 16 de mayo, en el marco de la mega elección, a las 2 de la madrugada del lunes 17.