Este miércoles, la organización The Last Resort (El último recurso) anunció que la cápsula de suicidio asistido Sarco podría ser utilizada por primera vez a finales de este año en Suiza, donde el suicidio asistido es legal, por un costo de 18 francos suizos (20 dólares).
El dispositivo está diseñado para que las personas puedan quitarse la vida pulsando solo un botón, el cual libera nitrógeno en el interior de la cápsula Sarco, causando una hipoxia debido a la falta de oxígeno.
Sin embargo, tendrá una serie de requisitos: la persona en cuestión deberá someterse a un estudio psiquiátrico y, una vez aprobado, podrá entrar a la cápsula.
“No puedo imaginar una forma más hermosa de respirar aire sin oxígeno hasta caer en un sueño eterno”, señaló el director de The Last Resort, Florian Willet.
Willet afirmó que Sarco ofrecerá un “espacio seguro donde morir pacíficamente”, por lo que espera utilizarlo él mismo al final de su vida. Por su parte, la abogada Fiona Stewart, que forma parte del consejo asesor de la empresa, adelantó que el dispositivo podría llegar antes de lo esperado. Tras ser consultado sobre la posibilidad de que se concrete este año, respondió: “Yo diría que sí”.
A su vez, Stewart detalló que el único costo que correrá por parte del usuario sería el del nitrógeno, lo que se traduce en 18 francos suizos, es decir, veinte dólares.
El potencial uso de la cápsula para el suicidio asistido ha planteado grandes cuestionamientos éticos en Suiza, donde las autoridades y los ciudadanos han puesto el debate sobre la mesa.