El telescopio espacial James Webb de la NASA ha observado los vestigios de la explosión de una supernova desde una nueva luz. Los restos, denominados Casiopea A (Cas A), se ubican a una distancia de 11.000 años luz de la tierra, en la constelación de Casiopea.
El pasado abril, el telescopio capturó imágenes de los restos estelares utilizando luz infrarroja media (MIRI). Ahora, la imagen recientemente publicada, captada con la cámara infrarrojo cercano del telescopio (NIRCam), reveló detalles sin precedentes sobre la interacción entre la capa de material en expansión generada por la supernova y el gas liberado por la estrella antes de la explosión.
Mediante un comunicado de la NASA, el astrónomo de la Universidad de Purdue, Danny Milisavljevic, señaló que “con la resolución de NIRCam, ahora podemos ver cómo la estrella agonizante se hizo añicos cuando explotó, dejando tras de sí filamentos parecidos a diminutos fragmentos de vidrio”.
“Es realmente increíble después de todos estos años estudiando Cas A resolver ahora esos detalles, que nos están proporcionando una visión transformadora de cómo explotó esta estrella”, agregó el comunicado recogido por DW.
La luz proveniente de la explosión de Casiopea A llegó a la Tierra aproximadamente hace unos 340 años. Según los cálculos de los científicos, la estrella responsable del estallido tenía inicialmente una masa 16 veces mayor que la del Sol, pero se redujo a aproximadamente cinco veces su tamaño antes de estallar. Dado a que la explosión ocurrió a una distancia de miles de años de luz del planeta, su luz tardó miles de años en viajar.
Anteriormente, la NASA informó que el telescopio espacial Hubble, el telescopio espacial Spitzer, el observatorio de rayos X Chandra y otros instrumentos habían capturado imágenes de Cas A.
El estudio detalla las cantidades de diversos elementos generados por la explosión: La supernova ha expulsado 10.000 veces la masa de la Tierra en azufre; 20.000 veces la masa terrestre en silicio; 70.000 masas terrestres de hierro y un millón de masas terrestres de oxígeno.
La NIRCam es capaz de detectar longitudes de onda de luz más amplias que la luz visible, que escapan a la percepción humana. Por ello, para crear la nueva imagen, los expertos realizaron una traducción de la luz infrarroja a diferentes colores.
Las áreas coloreadas en tonos naranja brillante y rosa claro representan la envoltura interna de la supernova y están compuestas por elementos como azufre, oxigeno, argón y neón. De acuerdo con la NASA, en este gas se encuentran presentes polvos y moléculas que eventualmente darán origen a nuevas estrellas.
It’s all about perspective. Objects in space reveal different aspects of their composition and behavior at different wavelengths. Scientists are investigating why features present in Webb’s mid-infrared image (light) are invisible in its near-infrared view (left). pic.twitter.com/ICbUMxTSVM
— NASA Webb Telescope (@NASAWebb) December 11, 2023