Lo anterior son problemas graves y de no fácil salida. Se requiere inversión y tiempo para hacer cambios, sin embargo, esto último es lo que menos hay.
Es en este contexto que la ONG Chiletec realizó la convocatoria Chiletec Day 2017, que este año se enfocó en el sector médico y en la innovación en el área. Con expositores de distintas empresas y organizaciones públicas y privadas, la jornada se concentró en los avances en telemedicina, o atención a distancia.
Los expertos concordaron en que uno de los problemas es el atochamiento en la atención primaria se debe a los pacientes que no requieren un diagnóstico presencial, es decir, no son de urgencia.
La directora de Fonasa, Jeanette Vega, explica en entrevista con La Nación, que el sistema avanza, en primer lugar, en unificar el registro médico de los pacientes, proceso que ya abarca el 80% de los consultorios y en un 60% en hospitales. “El gran desafío es interconectar todo”, explicó.
“No tenemos una oferta suficiente para cubrir la demanda. En eso la tecnología ofrece una tremenda oportunidad, se puede pensar que el sistema de salud se puede pasar de uno presencial a virtual. (…) Existen cerca de 40 mil app médicas que permiten hacer diagnósticos, electrocardiogramas, tomar la presión, monitorear la glucosa directamente conectado al celular y ellas también dan la alerta de si hay alguna anormalidad o no. No se trata de perder el contacto, sino que de tener mejor eficiencia en el sistema de salud”
¿El fin de las listas de espera?
La telemedicina permitiría dos ventajas principales: la reducción de las listas de espera al bajar las consultas de atención primaria y facilitar la atención de especialistas en el país, al lograr que los profesionales, puedan “visitar a sus pacientes sin importar el lugar.“Si bien los teléfonos inteligentes, o incluso uno normal, pueden ser un avance en telemedicina. Hoy se ha demostrado la eficacia de estrategias que buscan hacer una primera atención telefónica de las personas y ahí el tema no es tecnológico, sino que usar de la mejor forma herramientas que ya tienen en sus casas. Pero también hay que entender que no es solo un tema tecnológico, sino que también de su uso en el sistema y que se hace necesario generar los espacios para que los especialistas que están trabajando en la atención secundaria tengan el tiempo y herramientas necesarios para apoyar a sus colegas familiares”, consideró Camilo Erazo, gerente general del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS) y experto en E-Health.
Sin embargo, Erazo en entrevista con La Nación desmitificó que el uso de esta tecnología ponga fin a las listas de espera. “La naturaleza de la demanda de los servicios médicos hace que sea no solo en Chile, muy difícil resolver las listas de espera, porque las necesidades de la población siempre van en aumento y siempre vamos a tener que gestionar el tiempo que las personas esperan para tener acceso a salud”, explicó el representante de CENS.
“El avance de las tecnologías en salud es que en medida que vayamos haciéndolo mejor y la gente viva más tiempo, van a ir necesitando más servicios. Esto no es una carrera corta, es una maratón que durará décadas y siempre estaremos corriendo para satisfacer el máximo las necesidades de las personas. Lo importante es que vayamos mejorando en la medida que podamos atender antes lo que es urgente y crítico y quienes tengan que esperar por atención no sean puestos en un riesgo innecesario”, concluyó.
Relación médico-paciente
Pero también se debe considerar la recepción que esta metodología tendrá en la población. A visión de José Fernández, gerente clínico de Rayen Salud, no existiría una afección en la relación médico-paciente, incluso, asegura que se ve fortalecida, luego que las personas consideran que el profesional de la salud realmente le pone atención.“Lo que hay que entender es que la telemedicina no reemplaza el acto presencial, sino que es un complemento. Cuando se mira desde esa óptica, vemos que los pacientes se contactan por Whatsapp y eso es una forma de extender la consulta presencial”, dijo Fernández a La Nación.
“Tenemos un déficit de todos los tipos de médicos, sobre todo de especialistas. Lo que ocurre es que los médicos generales no son capaces de solucionar al menos el 5% de las causas”, agregó.
Por lo demás, cabe destacar que actualmente ya existen programas gubernamentales que avanzan en esta dirección.