Sin embargo, establece el informe, hay un gran potencial para aumentar esta tasa, dado que solamente se ocupa el 48% de la capacidad instalada de molienda y el 57% en el caso de la peletización, que corresponden a los dos procesos productivos que caracterizan al reciclaje del plástico.
Con relación al origen del material reciclado, del total de plásticos reciclados, el 17% (14.281 tons/año) corresponde a domiciliario y el 83% (69.398 tons/año) a no domiciliario. Del total de material plástico de origen domiciliario, el PET (principalmente botellas) concentra un 52,2%.
La capacidad instalada para reciclaje de plásticos en el país se concentra principalmente en el Polietileno (PE), Polipropileno (PP) y Tereftalato de Polietileno (PET), situación que va en línea con las tendencias mundiales.
Las cifras entregadas por el estudio, de todas formas, pueden verse como una oportunidad, según indicó al respecto Magdalena Balcells, gerente general de Asipla.
“Hay una parte del estudio que apunta a la capacidad ociosa disponible en términos de reciclaje. Si la industria avanza a utilizar el total de la capacidad de molienda y peletización, el volumen del reciclaje de plásticos podría incrementar en al menos 65.000 toneladas al año en los próximos años”, aseguró Balcells.
El estudio se dio a conocer durante la Primera Jornada de Reciclabilidad en Chile, evento organizado por Asociación de Municipalidades para la Sustentabilidad Ambiental (Amusa), en conjunto con Asipla y la Plataforma de Innovación en Envases y Embalajes Co-Inventa.
Los datos entregados por el gremio son relevantes de cara a la implementación del Reglamento de Envases y Embalajes de la Ley REP y para el desarrollo de una industria moderna de gestión de residuos plásticos en nuestro país.
Otro dato que arrojó el estudio es que la capacidad instalada para reciclaje se concentra mayormente en la región Metropolitana, representando un 79% en molienda y un 83% en peletización. Si bien la Zona Norte de Chile reúne a varios gestores de residuos, la industria se desarrolla a partir de la región de Valparaíso hacia el sur, donde se encuentra la mayor demanda de material reciclado.