Simone Biles ya se había restado de cuatro pruebas de Tokio 2020 tras confesar los problemas de salud de mental que por estos días la atormentan. La declaración encendió el debate en torno a la fuerte presión psicológica que enfrentan los atletas de alto rendimiento. Pero este martes la superestrella estadounidense decidió reaparecer y lo hizo en grande.
Con una notable rutina en la viga, la cuádruple campeona olímpica en Rio 2016 logró la medalla de bronce tras acabar con una nota de 14,000 en la barra de equilibrio.
El ejercicio de la gimnasta no tuvo mayores defectos, salvo una salida menos espectacular a las habituales en su brillante carrera. La norteamericana culminó su performance entre los aplausos de los presentes del centro de Gimnasia Ariake de Tokio. Un rayo de felicidad entre tanta sombra para la estadounidense en territorio asiático.
El oro en la especialidad quedó en manos de la gimnasta china Guan Chenchen, de 16 años, quien puntúo 14,633. Chenchen fue seguida por su compatriota Tang Xijing, que completó un ejercicio que la hizo acreedorar de 14,233 puntos.