El secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad, Carlos Henríquez, destacó que si bien mayoritariamente los estudiantes de 6° básico logran organizar y responder al propósito de lo que se les solicita escribir, “presentan dificultades con otras habilidades, como mantener la coherencia de lo escrito o avanzar hacia el desarrollo de sus ideas. Estas dificultades se observan con mayor frecuencia en textos informativos, mientras que los textos narrativos están mejor logrados”.
La autoridad indicó además que las mujeres logran mejores resultados que los hombres en todos los grupos socioeconómicos, e incluso, se da la particularidad que en esta prueba las niñas obtienen mejores puntajes que los niños pertenecientes a grupos socioeconómicos (GSE) superiores. Históricamente en Chile las ventajas de pertenecer a un GSE más acomodado han redundado en mejores resultados educativos, tema que en escritura desaparece.
“Esto nos abre un enorme desafío, porque los niños y niñas no tienen diferencias biológicas en la escritura, sino culturales y esta es una barrera que debemos superar en todos los colegios de Chile, sin importar la dependencia”, dijo Henríquez.
De hecho, si se analizan los resultados por dependencia y por nivel socioeconómico, no existen diferencias significativas entre dependencias (colegios públicos versus particulares subvencionados) y la brecha entre el grupo socio económico bajo y alto si bien es significativa, es bastante menor a la observada en otras pruebas Simce, como la de Lectura.