“Me costó harto llamarme Sebastián Sichel. De hecho, mi apellido me lo gané a los 30 años cuando conocí a mi padre. Lo que puede ser un lapsus, que era una broma porque eso no fue un lapsus, fue intencional, a veces puede ser indigno para alguien que tiene su apellido con orgullo porque fue una historia de vida valiosa”, remarcó el candidato presidencial de Chile Podemos+.