La seremi de Salud Metropolitana, Rosa Oyarce, repelió en la noche del miércoles el robo de su vehículo cuando llegaba a su casa en San Miguel, el segundo portonazo que sufre en el exterior de su domicilio. El primero también resultó frustrado, pero en esta oportunidad su reacción fue más osada.
De acuerdo a los antecedentes policiales, el hecho se registró alrededor de las 23:30 horas, cuando la seremi llegaba en su camioneta Hyunday Santa Fe a su vivienda ubicada en Ramón Subercaseaux con Los Castaños, en el sector El Llano de la citada comuna capitalina.
Sorpresivamente, la autoridad sanitaria fue interceptada por sujetos premunidos de armas blancas que se movilizaban en un automóvil con vidrios polarizados y que comenzaron a golpear el vehículo de la seremi con el fin de amedrentarla. Sin embargo, Rosa Oyarce aseguró las puertas, puso marcha atrás y los embistió.
Junto con esto, al escuchar los ruidos de neumáticos, la hija de la seremi salió a pedir ayuda a los vecinos, tal como lo habían acordado el año pasado cuando sufrió un hecho similar que también fue frustrado. Gracias a la acción de la hija, salieron los vecinos y un conserje llamó a Carabineros.
La misma Rosa Oyarce relató los hechos: “Lo que hice fue poner la reversa, salir y arremeter e impactar contra el auto. Yo impacté al auto y los tipos como que intentaron arrancar, pero volví a poner la reversa y ellos volvieron a bajarse, pero tomé velocidad para impactarlos de nuevo y allí arrancaron”.
También los describió como sujetos jóvenes, entre cuatro y seis individuos de unos 20 años, que actuaron a rostro descubierto. Además, recordó que “la vez anterior se me perdieron hasta los pedales y esta vez dije no me va a pasar lo mismo”, y decidió embestirlos y ponerlos en fuga.
De acuerdo a los antecedentes policiales, el hecho se registró alrededor de las 23:30 horas, cuando la seremi llegaba en su camioneta Hyunday Santa Fe a su vivienda ubicada en Ramón Subercaseaux con Los Castaños, en el sector El Llano de la citada comuna capitalina.
Sorpresivamente, la autoridad sanitaria fue interceptada por sujetos premunidos de armas blancas que se movilizaban en un automóvil con vidrios polarizados y que comenzaron a golpear el vehículo de la seremi con el fin de amedrentarla. Sin embargo, Rosa Oyarce aseguró las puertas, puso marcha atrás y los embistió.
Junto con esto, al escuchar los ruidos de neumáticos, la hija de la seremi salió a pedir ayuda a los vecinos, tal como lo habían acordado el año pasado cuando sufrió un hecho similar que también fue frustrado. Gracias a la acción de la hija, salieron los vecinos y un conserje llamó a Carabineros.
La misma Rosa Oyarce relató los hechos: “Lo que hice fue poner la reversa, salir y arremeter e impactar contra el auto. Yo impacté al auto y los tipos como que intentaron arrancar, pero volví a poner la reversa y ellos volvieron a bajarse, pero tomé velocidad para impactarlos de nuevo y allí arrancaron”.
También los describió como sujetos jóvenes, entre cuatro y seis individuos de unos 20 años, que actuaron a rostro descubierto. Además, recordó que “la vez anterior se me perdieron hasta los pedales y esta vez dije no me va a pasar lo mismo”, y decidió embestirlos y ponerlos en fuga.