La sala del Senado aprobó la idea de legislar el proyecto de ley que regula el derecho de filiación de hijos e hijas de familias homoparentales. La iniciativa contó con 27 votos a favor, 13 en contra y una abstención.
El proyecto logra su aprobación en general luego de cuatro años y se dio como plazo hasta el 3 de agosto para presentar indicaciones en la discusión en particular.
El próximo trámite se realizará en la comisión especial de Infancia.
La iniciativa contó con el férreo rechazo de los senadores de Chile Vamos, a excepción del RN Juan Castro Prieto, quien se abstuvo, quienes en el debate previo a la votación centraron la discusión en aspectos valóricos, al tiempo que los parlamentarios opositores adujeron velar por el derecho de los niños a tener una familia.
La aprobación en general del proyecto fue celebrada por la titular de la Defensoría de la Niñez, la abogada Patricia Muñoz, quien calificó lo ocurrido como “una gran noticia, (las familias homoparentales) no pueden seguir siendo discriminadas”.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) también festejó: “Esperamos que este proyecto avance decididamente en el Senado, tras el importante avance de hoy, que es una esperanza para mejores condiciones de vida”, señaló la vocera, Daniela Andrade.
“Este proyecto es relevante y no se funda en convicciones preexistentes, sino que en la Constitución. Busca entregar a miles de niños una filiación determinada. Los niños tienen derecho a vivir una familia”, esgrimió la senadora DC Ximena Rincón, antes de emitir su voto favorable al proyecto.
El PS José Miguel Insulza, quien también apoyó la idea de legislar, expresó que el debate le recordaba “cuando en los años 90 se discutió el derecho de los hijos nacidos fuera de un matrimonio. Hemos visto cómo ha ido cambiando el concepto de familia y los acuerdos internacionales que recogen aquello”.
Felipe Harboe, del PPD, justificó su voto a favor de la iniciativa señalando que el proyecto lo analizaba “desde la mirada de los niños”.
En Chile Vamos, el senador Juan Antonio Coloma (UDI) planteó: “La pregunta es: ¿hasta dónde llegan las construcciones que hacemos? ¿Qué tipo de sociedad queremos tener? No hay que caer en voluntarismos. Creo que estamos ante un doble estándar. Veo que el objeto acá está en los adultos, no en los niños”.
Iván Moreira (UDI) dijo creer “en el derecho que tiene cada niño de contar con un padre y una madre. Estoy en contra del proyecto porque atenta contra valores básicos de los creyentes. Esto solo busca permitir, en el futuro cercano, el matrimonio homosexual”.
Rodrigo Galilea (RN) explicó, a su vez, que “este es un tema no fácil para mí. Por formación, todos los avances en la ciencia reproductiva me generan contradicciones Creo que debe haber una diferencia entre un matrimonio heterosexual con el homosexual, y el primero debe prevalecer”.
Ena von Baer (UDI), finalmente, apuntó: “Se ha dicho que esta norma busca poner en el centro a los niños, pero no es así, sino que prioriza el interés de quien quiere ser madre de un niño que no ha sido concebido biológicamente por ella. El enfoque es equivocado, se piensa desde el adulto”.