Un informe elaborado por el Ministerio Público, que reunió datos de 2022 y 2023, reveló que casi el 50% de los imputados por secuestros son pareja o expareja de la víctima, y que el 100% de los autores o sospechosos de estos delitos con fines de explotación sexual son desconocidos.
El análisis, realizado por la División de Estudios de la Fiscalía Nacional, demostró que el mayor incremento de secuestros se registró entre 2021 y 2022, pasando de 492 a 826, lo que representa un aumento del 68%. Mientras que entre 2022 y 2023, este delito experimentó un alza del 2,9%.
Más en detalle, el informe señaló la existencia de varias tipologías o fines detrás de estos crímenes. En este sentido, en 2023, el 22,6% de los secuestros “no tuvo antecedentes para definir motivación”, el 18,7% estuvo “vinculado a disputas familiares o domésticas”, es decir, la mayoría de las veces la víctima fue retenida contra su voluntad por su pareja o expareja.
El 15,8% de los secuestros se llevó a cabo “en el curso de otras actividades delictivas”, el 14% por “extorsión”, el 10,5% “con fines de abuso sexual o violación”, y el 12,4% por “ajuste de cuentas, cobro de deudas y/o venganza”.
Frente a estos datos, el Ministerio Público explicó que la mayoría de estos delitos están relacionados con formas de criminalidad organizada. Esto se debe a que, para el año 2023, estos cuatro tipos (actividades delictivas, extorsión, abuso sexual y ajuste de cuentas) representaron el 27% del total de secuestros, cifra mayor a la observada en 2022, cuando estas cuatro tipologías alcanzaban el 23%.
Los datos del Ministerio Público demostraron que, en promedio, tres individuos participan en cada secuestro y, específicamente, en los secuestros extorsivos tienden a involucrar a cuatro personas por caso.
En el 38% de los crímenes, es posible concluir que la víctima y el imputado o sospechoso se conocían previamente al delito. De este grupo, el 46% corresponde a la pareja o expareja de la persona retenida.
Otro dato relevante que mostró el estudio es que el 100% de los autores de los secuestros con fines de explotación sexual son desconocidos.
