El Comité del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), reunido en Bakú, Azerbaiyán, decidió este martes retirar a las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura de la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro.
La decisión se tomó debido al “éxito de los esfuerzos de conservación realizados por las autoridades del país para garantizar una conservación y una gestión duradera del sitio”, informó el organismo.
Dichas salitreras fueron inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial en 2005 y, simultáneamente, en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro debido a la fragilidad de sus edificios industriales, a la falta de mantenimiento que habían sufrido durante 40 años, a los daños causados por los fuertes vientos y a la ausencia de un sistema de vigilancia del sitio. Algunos de los edificios corrían riesgo de derrumbarse y, en 2014, quedaron aún más fragilizados a raíz de un terremoto.
Las autoridades chilenas adoptaron hace 15 años una serie de medidas para mejorar la situación, en particular la puesta en marcha de un servicio de vigilancia diurno y nocturno, la protección de los límites del sitio mediante vallas, la construcción de una carretera de circunvalación para eliminar el tráfico en su interior y la adopción de medidas de seguridad para los visitantes.
El Comité del Patrimonio Mundial acogió con beneplácito estas medidas, así como la definición de zonas de amortiguamiento para la protección y la elaboración de una estrategia de conservación y de un plan de gestión para el sitio.
Humberstone y Santa Laura contaban con un total de 200 lugares de extracción del salitre, donde a finales del siglo XIX trabajadores llegados de Chile, Perú y Bolivia vivieron agrupados en campamentos de las compañías mineras. Las labores en dichas oficinas duraron hasta las primeras décadas de siglo XX, cuando las compañías comenzaron a quebrar producto de la Gran Depresión en 1929. Humberstone dejó de funcionar en 1960 y Santa Laura en 1961, quedando prácticamente abandonadas.
La decisión se tomó debido al “éxito de los esfuerzos de conservación realizados por las autoridades del país para garantizar una conservación y una gestión duradera del sitio”, informó el organismo.
Dichas salitreras fueron inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial en 2005 y, simultáneamente, en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro debido a la fragilidad de sus edificios industriales, a la falta de mantenimiento que habían sufrido durante 40 años, a los daños causados por los fuertes vientos y a la ausencia de un sistema de vigilancia del sitio. Algunos de los edificios corrían riesgo de derrumbarse y, en 2014, quedaron aún más fragilizados a raíz de un terremoto.
Las autoridades chilenas adoptaron hace 15 años una serie de medidas para mejorar la situación, en particular la puesta en marcha de un servicio de vigilancia diurno y nocturno, la protección de los límites del sitio mediante vallas, la construcción de una carretera de circunvalación para eliminar el tráfico en su interior y la adopción de medidas de seguridad para los visitantes.
El Comité del Patrimonio Mundial acogió con beneplácito estas medidas, así como la definición de zonas de amortiguamiento para la protección y la elaboración de una estrategia de conservación y de un plan de gestión para el sitio.
Humberstone y Santa Laura contaban con un total de 200 lugares de extracción del salitre, donde a finales del siglo XIX trabajadores llegados de Chile, Perú y Bolivia vivieron agrupados en campamentos de las compañías mineras. Las labores en dichas oficinas duraron hasta las primeras décadas de siglo XX, cuando las compañías comenzaron a quebrar producto de la Gran Depresión en 1929. Humberstone dejó de funcionar en 1960 y Santa Laura en 1961, quedando prácticamente abandonadas.