La investigación ha revelado la existencia de residuos con un tono anaranjado adheridos a las estructuras metálicas del fondo de la vasija de contención, la segunda capa protectora que rodea a la vasija de presión donde se almacena el combustible atómico que sufrió una fusión parcial durante la catástrofe nuclear de 2011.
“Se trata de aparentes restos de materiales fundidos y posteriormente solidificados bajo la vasija de presión, y fueron probablemente generados por el efecto de combustible fundido”, explicó a Efe un portavoz de TEPCO.
En las imágenes, difundidas hoy por la operadora, se pueden apreciar los desperfectos causados por el accidente dentro del reactor 3, que se encuentra inundado con agua marina inyectada para refrigerar el material nuclear durante la crisis nuclear.
TEPCO difundió anteriormente imágenes captadas por el robot acuático durante las exploraciones conducidas los pasados días 21, 22 y 23, pero hasta ahora no había hecho públicos los vídeos que muestran los supuestos residuos nucleares dentro de la unidad.
La propietaria de la central examinará ahora todos los datos captados por el autómata para averiguar el tamaño exacto de los depósitos de los residuos, con vistas a determinar cómo retirarlos y proceder con el desmantelamiento del lugar.
El estado interno de la vasija de contención “es un factor muy importante” de cara a planificar la compleja tarea del desmantelamiento, y para ello TEPCO tiene previsto diseñar una estrategia junto al Ejecutivo nipón durante los próximos meses, según el portavoz.
Los reactores 1, 2 y 3 sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del desastre desencadenado por el terremoto y el tsunami del 11 marzo de 2011.
La unidad número 3 es la que presenta mayores dificultades para su evaluación, puesto que a los niveles extremos de radiactividad -que impiden que operarios humanos puedan acercarse- se une el mayor volumen de agua de los reactores, unos 6,4 metros de profundidad.
Se cree que la mayor parte de barras de dióxido de uranio y MOX (una mezcla de uranio y óxido de plutonio) del reactor se fundieron a consecuencia del accidente y fueron a parar al fondo de la vasija.
La operadora ha empleado anteriormente otros modelos robóticos para investigar el interior de los reactores 1 y 2, donde los niveles de agua inyectada son menores que en la unidad 3, aunque en ninguno de los dos casos logró evaluar el estado exacto del combustible fundido por diversos problemas técnicos.