La publicación, editada en formato papel y digital, se ha enfocado en constituirse en una publicación vinculada con la sociedad e incidente en el debate nacional. En ese sentido, en sus seis números se han abordado temas como reforma universitaria, AFP, migraciones en Chile, desastres socionaturales, educación no sexista, entre otros. Además ha contado con la participación de reconocidos intelectuales y actores sociales como Elena Poniatowska, Luis Maira, Diamela Eltit, Patricio Manns, Leonor Arfuch, Claudio Hetz, Alfredo Jaar, entre muchos otros.
Entre quienes escriben están Andrea Repetto, integrante del Consejo Asesor Presidencial contra los Conflictos de Interés, el Tráfico de Influencias y la Corrupción; Joan Melé, miembro del Consejo Asesor de Triodos Bank; y Fernando Lolas, director del Centro Interdisciplinario de Estudios en Bioética.
“Palabra Pública es una revista que apunta a contribuir al debate en el espacio público y que tiene como misión posicionar otros temas, otras miradas que no vemos frecuentemente en los medios de comunicación tradicionales. A través de ella, la Universidad de Chile dialoga con la sociedad a través de sus distintos saberes y se incorpora a una discusión que va mucho más allá de los temas que le preocupan a la Universidad, contribuyendo al desarrollo de un pluralismo y una libertad de expresión que tanta falta le hacen a una democracia como la chilena”, señaló la directora editorial de la revista y vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile, Faride Zeran.
La publicación ha sido reconocida como un medio que decidió embarcarse en el desafío de disputar contenidos y plantear desde una perspectiva crítica los debates ciudadanos. En ese sentido, la editora general de la revista, Ana Rodríguez, explica que “si bien Palabra Pública es una publicación institucional, su espíritu siempre ha sido el de dialogar con la sociedad desde un enfoque periodístico y una mirada crítica, que vincule el que hacer de la principal universidad del país con la ciudadanía a través de pautas contingentes y miradas especializadas que entreguen densidad al debate”.
Además de reunir artículos periodísticos de contingencia y de contar con un dossier académico donde aborda en profundidad y desde distintas miradas temas de relevancia nacional, Palabra Pública incluye una sección titulada “Proyecto País” en la que se dan a conocer los trabajos y aportes que realiza la Universidad de Chile desde sus diversos espacios.
Actualmente la revista es distribuida de manera gratuita en diversos puntos de la capital a través de las librerías Editorial Universitaria, Metales Pesados y Librería del Fondo de Cultura Económica, además de encontrarse en todas las sedes de la Casa de Estudios. Junto con esto, Palabra Pública también cuenta tanto con un formato digital de lectura como con un sitio web palabrapublica.uchile.cl, donde es posible encontrar todo el material, incluido los dossiers con traducción al inglés y al portugués de cada uno de los artículos.
“Palabra Pública ha ido posicionándose como un medio que aporta a llenar un gran vacío comunicacional, de opinión y de reflexión de alcance nacional. El trabajo riguroso de difusión de temáticas relevantes para nuestro país adquiere tanto mayor peso cuando se trata de una publicación producida desde la Universidad de Chile en diálogo con la sociedad civil y la cultura. Asimismo, restituye, al menos en parte, un grave menoscabo de comunicación, reflexión y opinión independiente que a Chile le sigue haciendo tanta falta”, expresó Roberto Aceituno, Decano de la Facultad de Ciencias Sociales e integrante del Consejo Editorial de la revista.
Distintos académicos, investigadores y figuras culturales se han sumado al trabajo de esta revista con el fin de aportar al carácter pluralista de Palabra Pública. Al respecto, Jonás Chnaiderman, quien participó en el último número y además es miembro del Consejo Editorial, afirma: “un temprano análisis por parte del Comité Editorial de PP evidenció dos importantes pecados de la realidad de medios escritos en nuestro país: por un lado, la concentración bajo dos corporaciones privadas, y por otro, el intenso sesgo ideológico teñido de esa cautela tan post-dictadura que neutraliza cualquier atisbo de rupturismo. Eso es lo que nos propusimos derribas como revista, y qué mejor que hacerlo desde la madre del pensamiento nacional, desde la Universidad de Chile”.