Un plan para asesinar al Papa Francisco durante un viaje a Irak pudo haberse evitado gracias a un aviso de los servicios de inteligencia británicos, según revela él mismo en su autobiografía, que será publicada en enero de 2024.
El Pontífice relata que, tras su llegada a Bagdad en marzo de 2021, le informaron que dos terroristas suicidas planeaban atentar contra un evento en el que él participaría. Ambos atacantes fueron interceptados y abatidos, según lo narrado en extractos publicados por el diario italiano Corriere della Sera.
El viaje, que duró tres días en plena pandemia de coronavirus, marcó la primera visita de un papa a Irak y estuvo acompañado de una rigurosa operación de seguridad. La violencia sectaria había aumentado en Irak en los años previos, con enfrentamientos entre musulmanes chiítas y sunitas, además de persecuciones a minorías religiosas.
La comunidad cristiana en Irak se había reducido drásticamente, especialmente a causa del grupo Estado Islámico y otros extremistas sunitas. En su autobiografía, el Papa menciona que “casi todo el mundo me desaconsejó” la visita, pero que sintió que “tenía que hacerlo”.
Según Francisco, el complot fue desmantelado gracias a los servicios de inteligencia británicos, que alertaron a la policía iraquí, la cual, a su vez, informó a su equipo de seguridad al momento de aterrizar. “Una mujer cargada de explosivos, una joven terrorista suicida, se dirigía a Mosul para inmolarse durante la visita papal”, explica en su libro. “Y una furgoneta también había partido a gran velocidad con la misma intención”.
El Pontífice menciona que al día siguiente preguntó a un responsable de seguridad sobre el destino de los atacantes. “El (funcionario) respondió lacónicamente: ‘Ya no están’. La policía iraquí los había interceptado y volado por los aires”, relata Francisco.
El libro, titulado Hope (“Esperanza”), escrito junto al autor Carlo Musso, será publicado el 14 de enero en unos 100 países. La autobiografía trata temas centrales como el “concentrado de humanidad” que Jorge Bergoglio vivió en las villas miseria de Buenos Aires, así como la “flecha al corazón” que experimentó en Irak, según el portal Vatican News.
Los viajes del Papa Francisco se han caracterizado por no ser dirigidos a los grandes centros católicos del mundo, sino a lugares donde los cristianos son minoría. Tras visitar Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, Japón y Corea del Sur, en 2021, el papa visitó Irak. El país tiene una gran importancia para el cristianismo, el judaísmo y el islam, ya que se cree que en la región de Ur nació Abraham, considerado patriarca de las tres grandes religiones monoteístas.
En Irak vive una minoría cristiana que está al borde de la extinción debido a la persecución sufrida a manos de grupos radicales como Estado Islámico. Durante su visita, Francisco se reunió con el principal líder religioso chiíta, el ayatolá Ali al Sistani, en un histórico encuentro interreligioso. El ayatolá es una figura clave en el Islam, y sus fatuas (edictos religiosos) ayudaron a movilizar a muchos musulmanes contra el Estado Islámico en 2014.
Desde Mosul, el Papa instó a los cristianos de Irak a perdonar las injusticias sufridas y a centrarse en la reconstrucción. En su autobiografía, Francisco describe sus primeras impresiones de Mosul: “Una de las ciudades más antiguas del mundo”, dice, “rebosante de historia y tradiciones, que vio pasar diferentes civilizaciones y fue símbolo de la coexistencia pacífica de diversas culturas”. Sin embargo, tras tres años bajo la ocupación de Estado Islámico, la ciudad se encontraba en ruinas.
La presencia cristiana en Irak ha disminuido drásticamente desde la invasión de EE. UU. en 2003, con una reducción del 83% de la población cristiana, pasando de más de 1,5 millones a solo 250.000. Muchos cristianos huyeron a Europa y EEUU debido a los conflictos internos y a la persecución de grupos islamistas.
En septiembre, la policía indonesia también detuvo a siete personas que aparentemente planeaban atentar contra Francisco durante su visita al país asiático. En el registro de uno de los detenidos, la policía encontró arcos y flechas, una bandera del Estado Islámico y un dron.