La determinación se basó tras los resultados de las pericias balísticas, que corroboraron que el proyectil que dio muerte al joven, quien se manifestaba en plena Ruta 5 Sur, era de un calibre distinto (9 mm) al arma que portaba el militar (fusil de guerra).
En su momento, el cabo segundo confesó haber disparado una bala de salva y, luego, una segunda munición de guerra.
Asimismo, y según consigna radio Biobío, el autor del mortal disparo sería un empresario curicano, de iniciales F.J.F.C., quien está privado de libertad también desde el 22 de octubre, cuando se entregó a la policía tras disparar en el centro de la ciudad a dos manifestantes.
Sin embargo, la investigación de la fiscalía local habría determinado que el empresario se trasladó hasta la Ruta 5 Sur, donde disparó de nuevo, dando muerte a José Miguel Uribe.
El Ministerio Público ya solicitó una audiencia para reformalizar el caso, donde el militar será imputado por el cargo de disparo injustificado, mientras que el F.J.F.C. por el delito de homicidio.