El chinche del arce, también conocido como el chinche rojo, volvió a aparecer en nuestro país, en específico, en algunos sectores de la Región Metropolitana, situación que está comenzando a preocupar a los vecinos.
A pesar de que es inofensivo tanto para humanos como para las mascotas y árboles, el chinche del arce es bastante molesto y preocupa a las autoridades, sobre todo porque se espera que con las bajas en las temperaturas propias del otoño, el insecto empiece a buscar refugio al interior de las casas.
Al menos así se comenzó a ver en algunas comunas. Por ejemplo en Ñuñoa, estos insectos ya se están posando en la fachada de algunos edificios.
De acuerdo al SAG, estos insectos “no son considerados una plaga forestal o agrícola, debido a que no causa daños de consideración a los árboles. Además, no representa un riesgo para las personas”. El problema es que estos se presentan en grandes grupos, lo que termina convirtiéndose en un problema para los hogares.
¿Qué hacer si el chinche del arce entra a la casa?
El año pasado, el entomólogo de la UMCE, Luis Flores -cuando estos insectos generaron una plaga- pidió calma respecto a la posibilidad de que el chinche entre en las casas a medida que bajen las temperaturas.
“No es una especie que genere graves consecuencias nocivas para las personas, podría eventualmente picarte, pero sin consecuencias graves como en otros insectos“, dijo.
Además de no recomendar el uso de insecticidas que podrían dañar a otras especies, Flores dijo que si entran a la casa sólo hay que sacarlos. “Hacer una remoción con palo y escoba, sacarlos en una bolsa sellada y por supuesto después, eliminarlos“, afirmó.
¿Cómo llegó el chinche del arce a Chile? Hasta el momento sólo hay teorías sobre la forma en que esta especie se introdujo a Chile. Se cree que el chinche se coló en algún avión que llegó desde la parte norte del continente y desde ahí comenzó a disgregarse por la Región Metropolitana.
Los primeros hallazgos los hizo el entomólogo Eduardo Faúndez en marzo de 2020 en la zona de Pudahuel, que es aledaña al Aeropuerto de Santiago.
El director del diplomado de Postítulo Internacional en Manejo de Plagas Urbanas de la Universidad de Chile, Dr. Pedro Cattan, explica que la clave de la expansión podría estar en la química.
“Las poblaciones de estos insectos son de difícil control por depredadores porque presentan defensas químicas que repelen los ataques. Esto probablemente influye en el crecimiento exponencial de ellas. Estos insectos presentan agregaciones muy notables, donde se mezclan adultos y ninfas. Los adultos se aparean y las hembras pueden producir más de 200 huevos en la estación. Es probable que este crecimiento pueda influir en la rápida dispersión de este chinche“, dice el profesor Cattan.