A su vez, el gasto en consumo se expandió más que el crecimiento del ingreso disponible, lo que determinó que la tasa de ahorro del sector se redujera a 10,2% del ingreso disponible.
El menor nivel de ahorro, dada una tasa de inversión que se mantuvo estable, situó la capacidad de financiamiento de los hogares en 5,0% del ingreso disponible, 0,7pp. menos que el trimestre anterior.
En términos financieros, esta caída obedeció principalmente a la mayor contratación de préstamos de parte de los hogares, y a la disminución de sus inversiones en acciones y otras participaciones.
La riqueza financiera neta de los hogares, medida como porcentaje del ingreso disponible, presentó un aumento de 1,5 pp. respecto del trimestre anterior.
Este resultado se explicó principalmente por el buen desempeño de los fondos de pensiones en el período.
En sentido contrario, la mayor contratación de préstamos y la caída de la tenencia de acciones y otras participaciones compensaron parcialmente este incremento.
Finalmente, la deuda de los hogares calculada como porcentaje del ingreso disponible se situó en 73,3%, superior en 0,9pp. a lo registrado en el periodo anterior.