Una escopeta fue incautada en medio de las diligencias para esclarecer el crimen de los tres Carabineros en Cañete (el sargento Carlos Cisterna Navarro y los cabos Sergio Arévalo Lobos y Misael Vidal Cid). En el lugar se determinó que el arma fue usada en cuatro hechos de violencia perpetrados en el Biobío y La Araucanía.
Se incautó una escopeta Hatszan Scort, de calibre 12 milímetros, el 29 de julio de 2024 en un operativo efectuado en una vivienda de Lleu-Lleu. Esta arma había sido robada el 12 de octubre de 2015 a miembros de Carabineros en la Región del Biobío.
El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, confirmó a Radio Bío Bío que el arma fue examinada por expertos del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, obteniendo cuatro “match”. Esto indica que las municiones y restos balísticos encontrados en las escenas del crimen fueron disparados con esta escopeta.
Se reveló que la escopeta se usó en un ataque incendiario el 29 de septiembre de 2021 en el Fundo Victoria, en el sector El Guindo de la comuna de Lebu, donde un grupo armado incendió camiones y maquinaria.
Otro incidente relacionado con la escopeta ocurrió el 20 de julio de 2021, donde un grupo armado incendió una casa en el kilómetro 34 de la Ruta P-60R.
Además, un tercer atentado contra la autoridad tuvo lugar el 21 de junio de 2019 en la Parcela 13, en el kilómetro 29 de la Ruta P-72S, sector Lleu Lleu, donde dispararon a un oficial de policía encargado de una medida de protección.
En un cuarto acto violento relacionado con la escopeta, se vinculó a un atentado incendiario ocurrido el 28 de abril de 2019 en el Fundo Anita II de la comuna de Carahue, donde desconocidos quemaron dos máquinas y dejaron una pancarta que decía: “Marco Paillacoy, te recordamos luchando, ORT-CAM”.
La Fiscalía detuvo a tres individuos implicados en el crimen de los funcionarios policiales, quienes se encuentran bajo la medida cautelar de prisión preventiva.
Estos incidentes han generado alarma entre las autoridades, evidenciando el traslado de armas de fuego por grupos radicales que operan entre las regiones de Bío Bío y La Araucanía para llevar a cabo ataques incendiarios.
