El ex timonel y senador de Renovación Nacional aseguró que el accidente de su hijo, en el cual murió una persona en septiembre de 2013, “fue un aprovechamiento político grosero”. También analizó el escenario político actual, señalando que en los partidos de izquierda “están callados como moscas muertas” por el financiamiento irregular de campañas políticas.

Alejado de la primera línea política, de los medios y de las polémicas que tantas veces protagonizó, Carlos Larraín emerge ocasionalmente para analizar la contingencia y esta vez fue en una entrevista con LUN donde se refirió al escenario actual y desempolvó el accidente de su hijo, Martín, quien arrolló y mató a una persona en septiembre del 2013.

“El accidente de mi hijo fue un aprovechamiento político grosero. Pegarle a un joven que está empezando la vida, para pegarme a mí, fue una cosa muy triste que me ha tenido golpeado durante mucho tiempo”, dijo al medio.

Siguió indicando que “una porción de la prensa se encarnizó con mi hijo, pero ahí hubo un impulso político. Tuve mi casa sitiada durante cinco tarde porque se citó a una funa para quemar la casa de mi familia. Hice una denuncia escrita en Fiscalía, pero no siquiera acusaron recibo. Y eso fue movido por razones políticas”.

Consultado por alguna autocrítica como familia por el caso que terminó con su hijo libre, el ex senador RN cuestionó que “¿pero qué autocrítica? Lo que sufrimos como familia es porque mi hijo cometió un error gravísimo y eso no se disimula, pero no dejó botado al muerto, no lo dejó desangrarse a la orilla del camino. Esa es la verdad judicial definitiva”.

Escenario político

Carlos Larraín también analizó el agitado escenario político actual, remecido por la baja aprobación al gobierno y a los partidos y el financiamiento irregular de campañas que golpea a varios sectores.

Sobre el apoyo ciudadano a la Presidenta Michelle Bachelet lanzó que “es una oportunidad para que se plantee una alternativa clara. Cuando hay un 25% de aprobación para el gobierno en ejercicio, esto quiere decir que hay 70% de gente que dice que esto tiene que ir de otra manera y a esa porción de la opinión pública tenemos que atender nosotros, ofreciendo una alternativa de gobierno, que se entienda clarito, no hablando en parábolas”.

Respecto al financiamiento irregular, comentó que “la verdad es que esas situaciones le están pasando la cuenta no sólo a la UDI sino a mucha gente. RN salió muy bien parada del episodio porque nosotros hicimos las cosas con cautela y sin tanto gasto, pero donde más hay de estas yayas es en los partidos de izquierda. Están callados como moscas muertas. Creo que en la Fiscalía y en el SII hay un problema de visión por un solo ojo”.

“Ese empeño de la izquierda por capitalizar el caso Penta, que demuestra una cuota de hipocresía importante, porque esas prácticas no eran ajenas a la izquierda”, añadió.

Finalmente sacó a relucir el caso Caval, en el cual “hay varios síntomas biológicos: hay varias autoridades que tienen un ojo cerrado, y hay varias autoridades que tienen la lengua bífida, o sea, dividida. Y hay un contraste agudísimo entre el aprovechamiento que se hizo del caso Penta y el silencio que se hace sobre el caso Caval”.