“La verdad es que a mí no me gusta estar a una cuadra de donde pasa todo. A mí me gusta estar ahí, con la gente en primera línea. Como me ven que estoy con ellos, mojándome y recibiendo las bombas lacrimógenas, me respetan“, dijo a La Cuarta.
El comunicador señaló que en su opinión no hay nada mejor que estar donde pasan los hechos “para saber y poder informar de la mejor manera posible“.
Asimismo precisó que, a diferencia de otros miembros de la prensa, no ha sentido rechazo por parte de los manifestantes. Eso sí remarcó que al comienzo sólo iba con su teléfono por temas de precaución.
“Voy con antiparras para el tema de los perdigones. Llevé un día una botella de agua con bicarbonato, pero apenas entró el carro lanza-agua, salió volando a cualquier parte. Lo bueno es que siempre hay alguien buena onda de los voluntarios de la Cruz Roja o de la Escuela de Medicina, que están dispuestos a ayudarte”, enfatizó.
Por último, reflexionó sobre la compleja situación que vive el país. “Es muy complicado que a la gente que le has dicho que ‘no’ durante 30 años, tan reiteradamente y que está pidiendo cosas tan normales, confíe. Que no te extrañe que después sea difícil que te pesquen“, finalizó.