Tras los malos resultados obtenidos en la última jornada doble de las Clasificatorias, en donde la “Roja” cayó de local ante Paraguay y como forastero ante Bolivia, el ánimo de los jugadores terminó por el suelo.
Es por esto que el técnico Juan Antonio Pizzi decidió viajar a Europa para conversar con los referentes del plantel y así tratar de mejorar su estado anímico, de cara a las dos últimas fechas que serán cruciales para las aspiraciones de la selección chilena de clasificar al Mundial de Rusia 2018.
Sobre esto conversó con Triunfo Andrés Freudenberg, experto en capital humano de la Universidad Mayor. “Ellos (los jugadores) llegaron con el estado de ánimo bajo por motivos que en liderazgo se les llama ‘temas extrínsicos’. Las principales figuras de la selección estaban enfocados en cosas que no eran el desempeño o los resultados del equipo, sino que cada uno andaba en enfocado en cosas personales de su carrera, como cambios de equipo o cosas así”, indicó el especialista.
El coach en liderazgo agrega que “cuando miembros de un equipo no están enfocados en un propósito o una meta, que fue lo que los llevó a ese desempeño que era llevar a Chile a ganar un campeonato, se llega a esta zona que en coaching llamamos la ‘zona de confort’. Es cuando uno siente inconscientemente que no necesita hacer más esfuerzo porque ya logró las metas y tiene que seguir con el mismo rendimiento. Pero no es así porque cuando uno se relaja, baja el rendimiento”.
En relación al viaje de Pizzi, Freudenberg afirma que “hay que analizarlo desde la forma y el fondo. Un líder siempre tiene que dar señales, demostrar que está interesado, saber qué está pasando y dar a entender que hará todo lo que está a su alcance para mejorar los resultados. Esto de viajar e ir a ver los jugadores es una buena señal desde el punto de vista de la forma. Ahora, hay que recordar que una selección de fútbol es un equipo atípico porque se integra y se desintegra a cada rato. Los equipos normalmente en cualquier otro ámbito trabajan juntos todos los días y el líder está encima, evaluando el desempeño y corrigiendo cosas. Esto no pasa en la selección y eso es una dificultad adicional”.
“La otra pregunta es ¿qué va a hacer cuando viaje? ¿se tomará solo un café con los jugadores? La intervención es lo que a mí desde el punto de vista del aspecto del liderazgo me importa. También si va solo, con un coach o un sicólogo deportivo ¿Va a tener espacios allá para poder hacer un pequeño trabajo o tener conversaciones más profundas? ¿Va con alguna agenda de trabajo? No basta solo con llegar, saludar y conversar sino que debe haber también alguna meta u objetivo, algún método de trabajo que le permita predecir que va a haber algún tipo de resultado”, afirma el académico.
Por último, sobre las opciones de que el plan del DT trasandino resulte exitoso, el profesional indicó que “si se hace un buen trabajo, van a haber buenos resultados. El rol principal del líder es intervenir en los momentos complicados. El ambiente futbolístico también es bastante complicado, porque cuando las cosas andan bien están todos felices, pero cuando andan mal los quieren colgar en la plaza. Eso tampoco pasa mucho en otros ámbitos, donde la presión es muy alta. Si el líder, a través de una buena intervención, logra reconectar a los principales jugadores con los motivos de por qué están haciendo esto podrá obtener buenos resultados. Yo creo que se perdió un poco la mística, que son estos motivos que van más allá de los mismos jugadores y ahí es donde Pizzi debe intervenir”.
Es por esto que el técnico Juan Antonio Pizzi decidió viajar a Europa para conversar con los referentes del plantel y así tratar de mejorar su estado anímico, de cara a las dos últimas fechas que serán cruciales para las aspiraciones de la selección chilena de clasificar al Mundial de Rusia 2018.
Sobre esto conversó con Triunfo Andrés Freudenberg, experto en capital humano de la Universidad Mayor. “Ellos (los jugadores) llegaron con el estado de ánimo bajo por motivos que en liderazgo se les llama ‘temas extrínsicos’. Las principales figuras de la selección estaban enfocados en cosas que no eran el desempeño o los resultados del equipo, sino que cada uno andaba en enfocado en cosas personales de su carrera, como cambios de equipo o cosas así”, indicó el especialista.
El coach en liderazgo agrega que “cuando miembros de un equipo no están enfocados en un propósito o una meta, que fue lo que los llevó a ese desempeño que era llevar a Chile a ganar un campeonato, se llega a esta zona que en coaching llamamos la ‘zona de confort’. Es cuando uno siente inconscientemente que no necesita hacer más esfuerzo porque ya logró las metas y tiene que seguir con el mismo rendimiento. Pero no es así porque cuando uno se relaja, baja el rendimiento”.
En relación al viaje de Pizzi, Freudenberg afirma que “hay que analizarlo desde la forma y el fondo. Un líder siempre tiene que dar señales, demostrar que está interesado, saber qué está pasando y dar a entender que hará todo lo que está a su alcance para mejorar los resultados. Esto de viajar e ir a ver los jugadores es una buena señal desde el punto de vista de la forma. Ahora, hay que recordar que una selección de fútbol es un equipo atípico porque se integra y se desintegra a cada rato. Los equipos normalmente en cualquier otro ámbito trabajan juntos todos los días y el líder está encima, evaluando el desempeño y corrigiendo cosas. Esto no pasa en la selección y eso es una dificultad adicional”.
“La otra pregunta es ¿qué va a hacer cuando viaje? ¿se tomará solo un café con los jugadores? La intervención es lo que a mí desde el punto de vista del aspecto del liderazgo me importa. También si va solo, con un coach o un sicólogo deportivo ¿Va a tener espacios allá para poder hacer un pequeño trabajo o tener conversaciones más profundas? ¿Va con alguna agenda de trabajo? No basta solo con llegar, saludar y conversar sino que debe haber también alguna meta u objetivo, algún método de trabajo que le permita predecir que va a haber algún tipo de resultado”, afirma el académico.
Por último, sobre las opciones de que el plan del DT trasandino resulte exitoso, el profesional indicó que “si se hace un buen trabajo, van a haber buenos resultados. El rol principal del líder es intervenir en los momentos complicados. El ambiente futbolístico también es bastante complicado, porque cuando las cosas andan bien están todos felices, pero cuando andan mal los quieren colgar en la plaza. Eso tampoco pasa mucho en otros ámbitos, donde la presión es muy alta. Si el líder, a través de una buena intervención, logra reconectar a los principales jugadores con los motivos de por qué están haciendo esto podrá obtener buenos resultados. Yo creo que se perdió un poco la mística, que son estos motivos que van más allá de los mismos jugadores y ahí es donde Pizzi debe intervenir”.