Rusia y Corea del Norte sellaron un acuerdo estratégico que integra la asistencia militar mutua en caso de ataque y la apuesta nuclear de Pionyang, que busca impulsar un orden multipolar que desafíe la hegemonía de Estados Unidos.
El “Acuerdo Integral de Asociación Estratégica” reemplazará los tratados diplomáticos de Mosú y Pionyang en 1961, 2000 y 2001. El pacto contempla “la asistencia en caso de que uno de los dos países resulte agredido”, según remarcó el propio presidente ruso Vladimir Putin, recogido por Cooperativa.
Por su parte, el asesor del mandatario ruso, Yuri Ushakov, indicó que el documento es relevante debido a los cambios geopolíticos actuales y destacó que “no tendrá ningún carácter de confrontación, no estará dirigido contra ningún país y estará encaminado a garantizar estabilidad en Asia Nororiental”.
En diálogo con el diario norcoreano Rodong, Putin afirmó que ambas naciones trabajarán para la creación de un “sistema comercial y de pagos recíprocos” que buscará eludir los circuitos financieros ligados al dólar, sistemas que ambos países tienen vetado el acceso, consignó el medio citado.
Asimismo, el acuerdo y su cláusula de defensa mutua es una respuesta al acercamiento militar por el que países como EEUU, Corea del Sur y Japón -que mostraron su incomodidad ante el viaje de Putin a Corea-, además de la no alineación con China, que sigue buscando la desnuclearización de la península coreana.
En un contexto donde Moscú ha cesado su apoyo a las sanciones de la ONU contra Pyongyang (y hoy, como muestra, regaló otra limusina Aurus a Kim Jong-un), parece estar reconociendo de facto a Corea del Norte como un estado nuclear. Este acuerdo ofrece ciertas garantías de seguridad a Kim Jong-un, quien ha apostado completamente por su programa nuclear y desde 2022 ha manifestado su respaldo a la invasión de Ucrania.