Lo había adelantado a algunos cercanos, pero nunca esperó que este fuera el resultado. A sus 30 años, el profesor de Matématicas Juan Herrera Vargas rindió la Prueba de Selección Universitaria (PSU) para, según él, dar una base adicional a sus alumnos de un preuniversitario en Osorno: al final logró ser uno de los puntajes nacionales.
“El objetivo de mi prueba fue cien por ciento conocerla y hablarles a mis alumnos, enseñarles una mejor base y también explicarles cómo es la prueba en realidad”, contó con satisfacción al hablar con La Nación sobre su resultado en la prueba de Matemáticas.
El docente de 30 años lleva cinco preparando a los alumnos de un preuniversitario en Osorno, y dice a nuestro medio que su única pretensión al inscribirse por iniciativa propia y pagar los $30 mil que exige el proceso, era reforzar su conocimiento y transmitirle su experiencia a sus pupilos.
“Puedo desenvolverme un año entero en mi trabajo sólo con dar la PSU. El objetivo era verla y analizarla un poco y terminé haciéndola y parece que no me equivoqué en ninguna”, dijo tímidamente e intrigado respecto de cómo este medio se enteró de su logro que él mismo comentó en un encuentro casual en el centro de la ciudad a un grupo de alumnos que formó.
Finalmente, Herrera alcanzó los 850 puntos y en conversación con La Nación confesó: “me sentí satisfecho porque estoy trabajando en lo correcto, sé cómo funciona la prueba, sabía con lo que me iba a encontrar, estaba preparado y la idea es ser mejor aún, rebuscársela un poquito más y se dio esto”.
Añadió que del tiempo que lleva enseñando y ejercitando las matemáticas con los estudiantes que prepara, 6 a 7 de ellos han tenido los máximos puntajes, pero que de esta generación aún no se ha informado.
En cuanto a cómo evalúa la preparación de sus alumnos señaló que “en un nivel óptimo. Lo que rendí en la PSU es una sombra de los que enseñé en mis clases, por eso me sentí tan satisfecho cuando di la prueba y dije: ‘ya, le enseñé a los chicos lo preciso y sé que el próximo año voy a ser mucho más certero aún porque tengo ese antecedente y el puntaje nacional me da la credibilidad”.
“Es decir, el colegio prepara a los chicos en los contenidos pero la PSU es una prueba técnica, es compleja en el sentido que están compitiendo con preguntas distintas de abordar, ya que es más habilidad cognitiva que de contenido en sí, pero sin ellos tampoco se pueden aplicar habilidades, por ello se torna exigente”.
Bajo este argumento es que el docente sugirió “no enfocarse tanto en los contenidos sino más bien en la práctica y tienen que tener un tutor que realmente sepa, ojalá lo más cercano posible.
En el caso que se estén preparando solos, precisa que los jóvenes “tienen que ser ojalá lo más metódicos posibles, hacer harto ensayo, ponerse muchas pruebas, ensayo y error, equivocarse en las mejor forma de aprender”.
En cuanto a los profesores Herrera sólo les pidió ponerse las pilas para sacar bien a sus estudiantes en la PSU.
“El objetivo de mi prueba fue cien por ciento conocerla y hablarles a mis alumnos, enseñarles una mejor base y también explicarles cómo es la prueba en realidad”, contó con satisfacción al hablar con La Nación sobre su resultado en la prueba de Matemáticas.
El docente de 30 años lleva cinco preparando a los alumnos de un preuniversitario en Osorno, y dice a nuestro medio que su única pretensión al inscribirse por iniciativa propia y pagar los $30 mil que exige el proceso, era reforzar su conocimiento y transmitirle su experiencia a sus pupilos.
“Puedo desenvolverme un año entero en mi trabajo sólo con dar la PSU. El objetivo era verla y analizarla un poco y terminé haciéndola y parece que no me equivoqué en ninguna”, dijo tímidamente e intrigado respecto de cómo este medio se enteró de su logro que él mismo comentó en un encuentro casual en el centro de la ciudad a un grupo de alumnos que formó.Finalmente, Herrera alcanzó los 850 puntos y en conversación con La Nación confesó: “me sentí satisfecho porque estoy trabajando en lo correcto, sé cómo funciona la prueba, sabía con lo que me iba a encontrar, estaba preparado y la idea es ser mejor aún, rebuscársela un poquito más y se dio esto”.
Añadió que del tiempo que lleva enseñando y ejercitando las matemáticas con los estudiantes que prepara, 6 a 7 de ellos han tenido los máximos puntajes, pero que de esta generación aún no se ha informado.
En cuanto a cómo evalúa la preparación de sus alumnos señaló que “en un nivel óptimo. Lo que rendí en la PSU es una sombra de los que enseñé en mis clases, por eso me sentí tan satisfecho cuando di la prueba y dije: ‘ya, le enseñé a los chicos lo preciso y sé que el próximo año voy a ser mucho más certero aún porque tengo ese antecedente y el puntaje nacional me da la credibilidad”.
TIPS PARA UNA BUENA PSU
El profesor Herrera aprovechó de dar algunas recomendaciones para quienes el próximo año darán la PSU, subrayó que ésta “no es tanto contenido, es muy técnica, entonces hay que abordarla de esa manera”.“Es decir, el colegio prepara a los chicos en los contenidos pero la PSU es una prueba técnica, es compleja en el sentido que están compitiendo con preguntas distintas de abordar, ya que es más habilidad cognitiva que de contenido en sí, pero sin ellos tampoco se pueden aplicar habilidades, por ello se torna exigente”.
Bajo este argumento es que el docente sugirió “no enfocarse tanto en los contenidos sino más bien en la práctica y tienen que tener un tutor que realmente sepa, ojalá lo más cercano posible.
En el caso que se estén preparando solos, precisa que los jóvenes “tienen que ser ojalá lo más metódicos posibles, hacer harto ensayo, ponerse muchas pruebas, ensayo y error, equivocarse en las mejor forma de aprender”.
En cuanto a los profesores Herrera sólo les pidió ponerse las pilas para sacar bien a sus estudiantes en la PSU.
