Frente a la pandemia del Covid-19, que está provocando graves daños sanitarios y sacudiendo la economía a nivel global, pequeños agricultores de Punta Arenas y Puerto Natales hicieron aflorar su ingenio para vender sus hortalizas y frutas de temporada y, a través de Indap Magallanes, crearon un Mercado Campesino Online para llegar a la comunidad.
Gracias a las inversiones del servicio del agro y del gobierno regional en invernaderos, sistemas de riego y capacitaciones, ésta prometía ser una gran temporada agrícola -que en la zona austral es más corta por la crudeza del invierno-, pero el avance del coronavirus hizo que se suspendieran las ferias y los espacios de comercialización que estaban programados como una forma de evitar las aglomeraciones.
A través de este Mercado Campesino Online, que entrega información de la oferta agrícola disponible y que ha sido publicitado a través de los medios de comunicación de la zona y las redes sociales, los productores han podido incluso mejorar las ventas que tenían proyectadas, con entregas en sus predios y a domicilio de manera regulada y con horarios establecidos.
Una de las primeras en sumarse a esta iniciativa fue Patricia Delgado, productora de hortalizas y berries. Con una importante producción de frutillas en su parcela ubicada en el sector norponiente de Punta Arenas, apostó por el formato delivery. “Mis clientes me contactan por teléfono, hacemos la transacción bancaria y les dejó el producto en la puerta de su casa”, dice. Ella no los ve y sus clientes tampoco, pero desde el auto se cerciora que recojan el pedido.
Delgado cuenta que aplica al máximo todas las medidas sanitarias: “Yo a cada rato me lavo bien las manos y además uso guantes y mascarilla. Me protejo y además les recomiendo a las personas que laven bien los frascos de las mermeladas”, precisa.
Teresa Colín, agricultora del sector Llau-Llau, en la zona periurbana de Punta Arenas, vendió toda su primera cosecha de lechugas y está a la espera de una segunda camada. También tiene acelgas, perejil y ciboulette. Por seguridad, recibe los pedidos por teléfono y entrega en su predio previa transferencia bancaria: “Esto ha sido una gran ayuda. Antes entregaba productos a los ambulantes, pero ahora lo he vendido todo acá en mi terreno. Económicamente ha sido mucho mejor”.
Para Rosa Cárdenas, que tiene su campo en la Villa Generosa de la capital regional y que el 5 de abril cumplió 70 años “bien encerradita”, la iniciativa fue excelente para darle salida a sus papas, rabanitos, repollos, zanahorias, tomates, betarragas, lechugas, frutillas, frambuesas y grosellas, ya que “acá la gente prefiere los productor regionales”. Agrega que “ha sido una locura la cantidad de gente que ha llegado en sus autos a comprar a la parcela, algo que nunca me había tocado vivir. Me he sentido como en mis mejores tiempos, trabajando la tierra con más cariño que nunca”.
A María Montiel (en la foto), agricultora de 76 años de Puerto Natales, sus hijos le prohibieron que saliera de su terreno apenas se desató la emergencia sanitaria, ya que la quieren ver sonriente y trabajadora por muchos años más. Ella comercializa parte de su producción a través de la Cooperativa Campos de Hielo, de la cual es socia, y además tiene un puesto en la ciudad, el que dejó botado para vender en su predio del Camino 1, Parcela 139. “No queda otra hasta que pase este maldito virus”, dice.
Comenta que gracias al Mercado Campesino Online y al apoyo de los funcionarios de Indap, recibe por teléfono los pedidos de repollos, betarragas, tomates, pepinos acelgas y zanahorias, entre otras verduras, y luego las entrega en el cerco de su parcela muy bien protegida. “Es más fácil y seguro para todos, porque la idea es que nadie enferme y todos podamos salir vivos de esta situación”, afirma.
“Estamos preocupados por la situación mundial y creemos que es importante tomar resguardos: evitar salir de casa o hacerlo de la forma más segura. La alimentación sana también es clave en el cuidado de nuestra salud y organismos internacionales como la FAO recomiendan comer verduras y frutas”, dice Petar Bradasic, director de Indap Magallanes.
Similares iniciativas ya se han implementado en las regiones de Atacama, Biobío y Aysén.
Gracias a las inversiones del servicio del agro y del gobierno regional en invernaderos, sistemas de riego y capacitaciones, ésta prometía ser una gran temporada agrícola -que en la zona austral es más corta por la crudeza del invierno-, pero el avance del coronavirus hizo que se suspendieran las ferias y los espacios de comercialización que estaban programados como una forma de evitar las aglomeraciones.
A través de este Mercado Campesino Online, que entrega información de la oferta agrícola disponible y que ha sido publicitado a través de los medios de comunicación de la zona y las redes sociales, los productores han podido incluso mejorar las ventas que tenían proyectadas, con entregas en sus predios y a domicilio de manera regulada y con horarios establecidos.
Una de las primeras en sumarse a esta iniciativa fue Patricia Delgado, productora de hortalizas y berries. Con una importante producción de frutillas en su parcela ubicada en el sector norponiente de Punta Arenas, apostó por el formato delivery. “Mis clientes me contactan por teléfono, hacemos la transacción bancaria y les dejó el producto en la puerta de su casa”, dice. Ella no los ve y sus clientes tampoco, pero desde el auto se cerciora que recojan el pedido.
Delgado cuenta que aplica al máximo todas las medidas sanitarias: “Yo a cada rato me lavo bien las manos y además uso guantes y mascarilla. Me protejo y además les recomiendo a las personas que laven bien los frascos de las mermeladas”, precisa.
Teresa Colín, agricultora del sector Llau-Llau, en la zona periurbana de Punta Arenas, vendió toda su primera cosecha de lechugas y está a la espera de una segunda camada. También tiene acelgas, perejil y ciboulette. Por seguridad, recibe los pedidos por teléfono y entrega en su predio previa transferencia bancaria: “Esto ha sido una gran ayuda. Antes entregaba productos a los ambulantes, pero ahora lo he vendido todo acá en mi terreno. Económicamente ha sido mucho mejor”.
Para Rosa Cárdenas, que tiene su campo en la Villa Generosa de la capital regional y que el 5 de abril cumplió 70 años “bien encerradita”, la iniciativa fue excelente para darle salida a sus papas, rabanitos, repollos, zanahorias, tomates, betarragas, lechugas, frutillas, frambuesas y grosellas, ya que “acá la gente prefiere los productor regionales”. Agrega que “ha sido una locura la cantidad de gente que ha llegado en sus autos a comprar a la parcela, algo que nunca me había tocado vivir. Me he sentido como en mis mejores tiempos, trabajando la tierra con más cariño que nunca”.
A María Montiel (en la foto), agricultora de 76 años de Puerto Natales, sus hijos le prohibieron que saliera de su terreno apenas se desató la emergencia sanitaria, ya que la quieren ver sonriente y trabajadora por muchos años más. Ella comercializa parte de su producción a través de la Cooperativa Campos de Hielo, de la cual es socia, y además tiene un puesto en la ciudad, el que dejó botado para vender en su predio del Camino 1, Parcela 139. “No queda otra hasta que pase este maldito virus”, dice.
Comenta que gracias al Mercado Campesino Online y al apoyo de los funcionarios de Indap, recibe por teléfono los pedidos de repollos, betarragas, tomates, pepinos acelgas y zanahorias, entre otras verduras, y luego las entrega en el cerco de su parcela muy bien protegida. “Es más fácil y seguro para todos, porque la idea es que nadie enferme y todos podamos salir vivos de esta situación”, afirma.
“Estamos preocupados por la situación mundial y creemos que es importante tomar resguardos: evitar salir de casa o hacerlo de la forma más segura. La alimentación sana también es clave en el cuidado de nuestra salud y organismos internacionales como la FAO recomiendan comer verduras y frutas”, dice Petar Bradasic, director de Indap Magallanes.
Similares iniciativas ya se han implementado en las regiones de Atacama, Biobío y Aysén.