La agónica y polémica derrota por 2-1 frente a Uruguay en el estadio Centenario de Montevideo caló hondo en Chile. Es que cuando el partido estaba igualado a 1, el árbitro paraguayo Eber Aquino no le sancionó a la Roja un clarísimo penal a favor por una mano en el área de Sebastián Coates y ni siquiera acudió al VAR, como sí lo hizo en el primer tiempo para cobrar la pena máxima para la Celeste.
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