Con una experiencia de cuentacuentos ante niños y adultos, lecciones sobre apicultura e inclusión y una advertencia del destacado escritor, Marcelo Simonetti, sobre los nuevos hábitos de lectura en la era digital, la presentación del libro “La Niña de las Abejas”, de la periodista Patricia Schüller, reunió a una amplia audiencia de niños y adultos en la Librería Tripantu, en Providencia.
La obra, un texto ilustrado por la artista Nacha Márquez y publicado por Ediciones Mac-Kay, aborda la historia de una niña de 7 años que vive con sus abuelos en el sur de Chile y puede comprender el idioma de las abejas, pese a las dificultades que le ofrece la interacción social del día a día en la escuela. Sutilmente, el relato de Patricia Schüller, directora editorial de La Nación digital, entrega pistas sobre el autismo, la naturaleza gregaria de las abejas y la inclusión a partir del afecto.
De izquierda a derecha, Marcelo Simonetti, Patricia Schüller, Alonso Labra, Pedro Maino (atrás) y Valentina Insulza, dueña de la Librería Tripantu.
En palabras de uno de los presentadores del libro, el escritor de obras infantiles y adolescentes, Marcelo Simonetti, “La Niña de las Abejas”, llega a las familias chilenas como una oportunidad de conversar sobre nuevas y enriquecedoras temáticas sobre la vida común y el cómo crear mejores sociedades a partir de un tema muchas veces tratado desde el estereotipo.
“El autismo es un tema que puede ser complejo de tratar, sobre todo en una obra infantil. Sin embargo acá se toca con sutileza y una facilidad que encanta. Tal vez el rescate más importante que podemos hacer del libro de Patricia Schüller es el tipo de conversación que nos propone para tener con nuestros hijos, sobrinos, nietos y amigos. Siempre se ha dicho que la lectura es un ejercicio individual, pero este libro es una prueba de que la conversación también es una práctica necesaria cuando te encuentras con experiencias como estas”, detalló el autor de “Las rayas del tigre”.
Por su parte, la autora se refirió a cómo una obra sobre una temática tan especial, que cruza el periodismo, la investigación y un formato exigente, le llegó de improviso como un relato al cual acercarse con respeto con el apoyo de expertos en neurología, apicultura y salud mental. “El mensaje de fondo es apelar a la importancia del amor y los cuidados para la infancia y en especial para niños y niñas autistas que guardan mucha similitud con la dinámica social y talentos de las abejas”, indicó en la cita junto con reiterar la importancia de cuidar no solo a las infancias y sus necesidades, sino también a las abejas como parte importante de la vida natural.
Agradeció las sinergias que favorecieron la creación y publicación de este libro, que contó con el apoyo del diario La Nación de Chile. Muestras de colaboración, apoyo y amor -dijo- similares a las que requieren permanentemente las personas neurodiversas y que permiten fortalecer a las sociedades para hacerlas realmente inclusivas y empáticas.
También presente en la cita, el apicultor y psicólogo Alonso Labra, desde su perspectiva como integrante de una comunidad escolar, realizó una reflexión similar sobre cómo un relato como el que propone “La Niña de las Abejas” puede impactar positivamente entre niños y niñas de edad escolar, sus profesores y familias cuando la conversación sobre el autismo sale de las salas de clases hacia la sociedad y deja de ser simplemente el concepto de TEA. “Son verdaderas y escasas estas oportunidades de instalar estos temas como una posibilidad importante de cambio”, apuntó Labra.
Añadió: “Creo que las características de este cuento y sus proyecciones abren muchas de esas puertas para que temas que antes no se conversaban hoy sean parte de lo cotidiano, lejos de los estereotipos y las mitologías. Eso nos permite ir mejorando como sociedad y no ir retrocediendo, como ha sucedido en otros aspectos. Nos permite ir planteando nuevos caminos y decisiones, ir aceptando al otro, tolerando más y encaminándonos hacia lo que realmente debería ser una civilización en el real sentido de la palabra”, dijo al final de un cuentacuentos en el que se leyó el libro alternando voces con la autora ante un público atento y participativo.
NIÑAS Y NIÑOS “TAMBIÉN SON SUJETOS REFLEXIVOS”
“Hay una nueva generación de lectores que está leyendo mucho”, destacó Simonetti sobre esta audiencia. “Puede ser que los que estamos entre los 40 y 60 años hacia arriba leemos otras cosas y hasta puede que no leamos tanto como muchos de estos niños y adolescentes. No es que exista una falta de interés en la literatura, es simplemente que se lee en otros formatos”, aludiendo a plataformas como Wattpad, la lectura de sagas de fantasía o el fenómeno de los audiolibros de Spotify o los booktubers.
“Habemos muchos que estamos escribiendo para niños y niñas, pero antes de plantear temáticas hay que entender que ellos también son sujetos reflexivos y pensantes que pueden leer entre líneas y apreciar las historias a través de nuevas líneas que son las que realmente son las que los apelan. En ese sentido, la manera en que Patricia se refiere al autismo de manera sutil es un ejemplo de ello”, puso de relieve.
Actividad con los niños presentes, dirigida por la ilustradora Nacha Márquez.
Patricia Schüller y Nacha Márquez.