En Chile estamos atravesando por un momento de transformación y reflexión en el mercado, mientras los datos crecen de forma exponencial tanto en volumen como en variedad, una ventana de oportunidad se abre para nuevas tecnologías que están irrumpiendo digitalmente en los negocios y en la vida diaria de profesionales en diferentes áreas. El Foro Económico Mundial (WEF) estima que para el 2030, el 65% de los jóvenes que hoy están en la educación básica trabajarán en funciones que aún no existen.
En este nuevo mundo guiado por datos, es imprescindible que las empresas y los gobiernos operen de acuerdo con los principios de privacidad, transparencia y seguridad; y que se comprometan a preparar a los profesionales para esta nueva era.
El objetivo que tienen los institutos de educación superior en América Latina es implementar soluciones de inteligencia aumentada y computación cognitiva para ayudar a los docentes a ejercer de mejor forma su profesión y también formar a sus estudiantes en lo que denominamos el aprendizaje continuo y exponencial.
La Universidad Andrés Bello, por ejemplo, ya está incluyendo programas para democratizar el acceso a la tecnología y nuevos modelos de educación personalizados que mejoran los resultados de los estudiantes y los preparan para las demandas laborales del futuro incorporando tecnologías como Inteligencia Artificial, Cloud, Blockchain y Ciberseguridad, que ayudarán a preparar el mercado de los futuros profesionales.
Existe un estudio realizado por el Institute Business Value 2018 que estima que en los próximos 3 años más de 120 millones de trabajadores de las 10 economías más grandes del mundo necesitarán ser re-entrenados y capacitados como resultado del impacto que tienen la inteligencia artificial y la automatización en las tareas que desempeñan.
Es indispensable reformular el sistema educativo para ir priorizando las competencias que están bajo demanda y también solicitar apoyo de inversión de las empresas privadas en la recapacitación de sus empleados para que estudiantes y trabajadores estén preparados para las nuevas carreras que están surgiendo, y así garantizar que más profesionales puedan beneficiarse del crecimiento económico impulsado por la tecnología.
El mundo del futuro exigirá a los profesionales la capacidad de aprendizaje exponencial; de disponer de un modelo mental más resiliente, abierto al cambio, flexible, creativo, innovador; y por sobre todas las cosas de mente en crecimiento. Lo relevante en una economía de plataforma será poder aprender 24×7, de una manera social, colaborativa, ágil y digital, adoptando las nuevas plataformas y tomando decisiones basados en datos.
El compromiso de preparar el mercado de trabajo para las nuevas tecnologías es responsabilidad de todos nosotros. Juntos, empresas, gobiernos e instituciones de enseñanza podremos preparar profesionales para resolver problemas complejos del mundo e impactar positivamente a la sociedad.
. Mauricio Torres, gerente general de IBM Chile.