El 17 de octubre se cumplieron 6 años de la puesta en marcha de la Ley 20.545, más conocida como postnatal parental. Esta iniciativa se vislumbraba como una oportunidad para que además de la madre, los hombres participaran también activamente de los primeros meses de vida de los infantes.
Sin ir más lejos, existen investigaciones que abordan la importancia de los primeros días para la formación de vínculos, tanto para el niño como para los padres y madres, sintiéndose estas últimas más acompañadas en esta primera etapa. Esta medida sería un tímido avance hacia la nivelación de costos de contratación entre hombres y mujeres y, por ende, un pequeño pero significativo paso hacia la equidad de género.
Sin embargo, la tasa de hombres que ha hecho uso de este beneficio en Chile, según la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) no supera el 0,32% anual. De hecho, entre enero y agosto de este año, de los 65.467 permisos entregados sólo 139 hombres tomaron su post natal, lo que se traduce en un 0,2% de los casos.
Como es posible observar, la cifra es baja debido a que son muy pocos los hombres que acceden a este beneficio. Algunas de las razones que menciona el organismo, corresponden al tope en cobertura de renta que ésta considera, así como también al riesgo de ser percibidos como poco profesionales por parte de sus empleadores al tomarse el postnatal.
Esto nos habla de la necesidad de un cambio de mentalidad para poder avanzar hacia la corresponsabilidad, especialmente por parte de las empresas.
Es fundamental que el mundo privado abra la mirada con respeto hacia los colaboradores y entienda que todos tienen derecho a estar presentes en los primeros días de vida de sus hijos. Somos las empresas las que debemos flexibilizar estas oportunidades e incentivar a los trabajadores a pasar más tiempo con sus hijos.
En nuestra organización, por ejemplo, lanzamos el año pasado un post natal para padres de hasta 40 días, sin tope de renta, el cual al ser política corporativa deja de lado cualquier temor al qué dirán. Un año después, el 100% de los padres que han recibido a un nuevo integrante en su familia han accedido al beneficio, lo cual ha redundado en un mayor compromiso de parte de ellos a su regreso.
Pese a que esta iniciativa también ha comenzado a ser replicada por otras compañías a nivel nacional, estamos muy por debajo de países como Corea del Sur y Japón que según la OCDE tienen en promedio 52 semanas de postnatal.
Si bien es rol del Estado la construcción de políticas públicas, el desafío para el mundo privado es aportar entregando facilidades para que este tipo de beneficios puedan a futuro ser extensivos a toda la población. Iniciativas como estas aportan no sólo a la productividad, sino que también mejoran las relaciones entre la empresa y los colaboradores y por sobre todo, generan vínculo de familia.
*María Sol de Cabo es Gerente de Recursos Humanos en Natura Chile.