El ex Mandatario no pudo concretar su encuentro con los familiares del trabajador fallecido debido a que llegó atrasado. De todas formas, recorrió el fundo y se reunió con el alcalde Jorge Radonich, ocasión en la que una comunera mapuche le trató de lanzar agua.

El ex Presidente Sebastián Piñera se trasladó este martes a Cañete, en la Región del Biobío, para entrevistarse con los familiares de José Retamal Medina, el cuidador del fundo Santa Clarisa que murió en el atentado incendiario perpetrado la madrugada del domingo.

El encuentro estaba pactado para las 11:00 horas, pero el ex Mandatario llegó con dos horas de retraso y las hijas del trabajador fallecido debieron irse a retirar el cuerpo de su padre al Servicio Médico Legal de Concepción, por lo que la cita no se pudo concretar.

De todas formas, Piñera se entrevistó con el alcalde de Cañete, Jorge Radonich (RN), y con otras víctimas de la violencia en la zona, pero a su llegada a la Municipalidad se encontró con la comunera mapuche Mariely Meñac, quien lo encaró por la militarización del territorio y la enajenación de las tierras, tras lo cual le trató de lanzar agua sin conseguir su objetivo.

“tomar el toro por las astas”

Tras el encuentro, Piñera se trasladó hasta el lugar del atentado en el fundo Santa Clarisa, donde observó los restos calcinados de la vivienda que ocupaba Retamal.

En el lugar, el ex Presidente afirmó que “probablemente los que cometieron este cruel y brutal asesinato sabían que don José estaba en la casa. Esto fue un delito terrorista cuyo objetivo es causar terror, temor… Y no solamente a las víctimas, a toda la gente humilde de esta zona, a las autoridades, a los fiscales, a los jueces, con el propósito de lograr sus perversos objetivos por las buenas o por las malas, como ellos mismos lo dijeron”.

“Estoy convencido que llegó el punto de tomar el toro por las astas. Toda democracia tiene no sólo el derecho, sino que la obligación de defenderse del terrorismo, que es un enemigo cruel, implacable, que no respeta a nada ni a nadie. Hay que combatirlo con toda la fuerza de la ley”, afirmó.

Piñera añadió que “en la provincia de Arauco, igual que en otras partes de Chile, cerca de Tirúa, por ejemplo, hay lugares donde ni los carabineros se atreven a entrar, mucho menos las autoridades, y eso sin duda que es un grave quebrantamiento del Estado de Derecho”.

“Cuando una provincia entera y gran parte de La Araucanía viven permanentemente con temor de incluso ser quemados vivos, como ya ha ocurrido en más de una ocasión, eso es un atentado brutal a la libertad, al derecho de la gente de vivir en paz”, enfatizó.

Finalmente, aseveró que el Ejecutivo ha sido “tremendamente débil y ambiguo” en estos casos, pidió que aplique la Ley Antiterrorista y exigió que el próximo Gobierno aplique medidas más modernas en esta materia como los agentes encubiertos y los testigos protegidos “de verdad”.