Conmoción causó la reciente muerte de la periodista rusa, Oksana Baulina, quien se estaba desempeñando como corresponsal en Ucrania, y que perdió la vida en la capital Kiev, en momentos en que se encontraba grabando los destrozos que habían provocado los ataques rusos, y en donde fue víctima de un bombardeo.
La profesional había estado reporteando desde Lviv y en la mencionada Kiev. En esta última ciudad, en la que falleció, estaba filmando en el estacionamiento de un centro comercial ubicado en el barrio de Podolsk, cuando inesperadamente el lugar fue impactado por un misil.
En el ataque, dos personas que acompañaban a la comunicadora resultaron heridas, mientras que otro civil que se encontraba en el lugar, también perdió la vida.
Baulina trabajaba para el medio The Insider, quienes luego de conocer el deceso de la periodista, comunicaron que “seguiremos cubriendo la guerra en Ucrania, incluidos los crímenes de guerra rusos como el bombardeo indiscriminado de áreas residenciales que resulta en la muerte de civiles y periodistas”.
En su vida profesional, Baulina se declaró como opositora al gobierno de su país, manteniendo una conflictiva relación con estos mismos. De hecho, anteriormente trabajó en Rusia como productora en la Fundación Anticorrupción, organización que fue catalogada por el Kremlin como “extremista”.
“Después de que la organización fuera catalogada como un ente extremista, la periodista rusa tuvo que abandonar su país para continuar informando sobre la corrupción del gobierno ruso para The Insider”, consignó el mismo medio en un comunicado.