Patricio Guzmán: “Chile es un país entrampado por lo que pasó y nunca se habló”
El cineasta chileno Patricio Guzmán considera que “Chile es un país entrampado por lo que pasó y nunca se habló”, en referencia al golpe de Estado militar de 1973 y la posterior dictadura liderada por Augusto Pinochet, que duraría hasta 1990.
“Siempre me ha interesado mucho lo que pasa en el país”, confesó el realizador en una entrevista a Efe con motivo de la retrospectiva a su filmografía que el festival FILMAR en América Latina organizará en Ginebra este fin de semana a través de siete de sus películas más conocidas.
“Los archivos que nunca se revelaron, detalles del golpe de Estado que la gente no sabe aún. Eso es lo que hace que Chile sea un país muy interesante, aunque nadie hable de él”, sostuvo Guzmán que opina que, en cambio, Brasil o México son países con mucho más protagonismo.
“Ahora Chile es un país moderno, hay mejores carreteras, la gente tiene acceso a internet, es muy civilizado y la gente cumple más que en otros países de Latinoamérica, pero sigue encerrado en los mismos problemas que hace cuarenta años o más”, manifestó.
Guzmán destacó que desde hace un tiempo “hay una generación de documentalistas que escarba, que analiza y que busca elementos del pasado que ayuden a entender mejor por qué Chile es como es. Es muy importante que el documental se haga cargo de esta zona prohibida, o descuidada de nuestra historia, sin duda”.
Director de filmes como “Salvador Allende” (2004), “El botón de Nácar” (2015) o “El caso Pinochet” (2001), Guzmán es considerado por muchos el cronista de la historia contemporánea del país, aunque asegura que “La batalla de Chile” (1975) fue la película que le dio el tema para que “el deseo de hacer películas no se detenga”.
“‘La batalla de Chile’ es especial porque ofrece una imagen muy directa de lo que ocurrió durante el último año de Salvador Allende en el poder. Comenzamos filmando el entusiasmo y terminamos filmando con angustia la manera en que se aproximaba la dictadura militar”, contó el chileno.
“El hecho de estar viendo en primer plano lo que pasaba y que fuera tan importante para lo que venía fue muy satisfactorio. Después de eso continué con el documental porque me parece que permite retratar un momento histórico de una forma única”, sostuvo.
Patricio Guzmán adelantó que “si todo va bien” el próximo año estrenará un nuevo filme sobre la Cordillera de los Andes.
“Me interesa el aspecto geográfico, este muro que tiene 4.000 kilómetros de largo solo en Chile. Me interesa ver qué hay en el interior de este cerro enorme, esta cadena misteriosa que conocemos desde niños y que, creo, define mucho nuestro carácter”, dijo.
El cineasta explicó que para él “la cordillera es un muro, y sí, los aviones pasan por encima, pero es una pared”.
“Hay algo que no se traspasa nunca, porque al vivir al pie de esa montaña enorme se engendra una mentalidad muy especial, muy hacia dentro”, apuntó.
Guzmán aseguró que “Chile es un país muy cordial y agradable con los extranjeros”, pero tiene la sensación de que “hay algo que se oculta, algo que queda guardado, que no se dice”.
Tal vez, añadió, la cordillera tenga un papel importante en todo esto, aunque también para el cineasta es un misterio.
Aunque la mayoría de sus obras hablan del país, el chileno siempre ha tenido una perspectiva externa de lo que allí ocurría, ya que a lo largo de su vida ha residido en Cuba, España y ahora en Francia.
“En Francia hay una mayor facilidad industrial para producir documentales, la ley de cine francesa es muy amplia y el documental entra en sus intereses”, aseveró.
“Esa es la razón por la que vivo aquí”, explicó el cineasta chileno, que decidió irse de España porque “la ley de cine allí está muy atrasada”.
A lo largo del fin de semana y en el marco del festival FILMAR se podrán ver en Ginebra un buen número de sus documentales entre los que destacan “La batalla de Chile”, “Memoria obstinada”, “Salvador Allende”, “Nostalgia de la luz” o “El botón de nácar”.