“Tengo la sensación de que soy un tipo bastante simple con las características y emociones de cualquier ciudadano que pasa por la calle, que llora y que ríe, que tiene que luchar por una familia igual que todos, que tiene hijos, que se ha divorciado y vuelto a casar, que le ocurre lo que a todo el mundo”, señala un relajado Patricio Torres.
Así se define el actor y comediante que ha encarnado a personajes entrañables para quienes se rieron a carcajadas con Eglantina Morrison, Peñita o Pepe Antártico en el recordado Jappening con Ja, o para quienes siguieron sus roles dramáticos en el teatro como en “Muerte accidental de un anarquista” en dictadura y que él atesora en su corazón.
En el hall del Teatro San Ginés, donde junto Carolina Paulsen, Remigio Remedi, Antonella Rios, Juan Pablo Sáez y su mujer “Titi” García Huidobro, protagonizan los viernes y sábado la comedia de equivocaciones “Departamento de Solteras”, el artista se toma unos minutos de su ajetreada agenda para hablar con La Nación.
-Siempre se te ha visto más en el teatro que en la televisión ¿Tienes una realización mayor en las tablas que en la televisión?
-O sea, creo que cualquier actor que estudió actuación y dirección de teatro se siente más proyectado en lo que es y mucho más contento en las tablas como tal. Ahora, sin duda a mí me gusta mucho lo que hago en la televisión porque creo que he llevado de una u otra manera la actuación a la tele y la actuación teatral de alguna forma. Así que me complacen ambas cosas, pero, sin duda, el teatro en las tablas es una cuestión que todo actor quiere hacer.
¿Te acomoda más la comedia que el drama?
-Me cuesta poco hacer comedia y por eso me es más fácil de realizar. No es fácil hacer comedia pero tengo facilidad, y a lo mejor como no ha habido oportunidad de generar otras cosas la gente no me conoce en otras facetas, ya sea más trágica o más dramática.
En ese sentido, ¿echas de menos que no te hayan dado un rol dramático, un Pato Torres serio?
-Sí, echo de menos una algo así, me gustaría hacerlo para demostrar que efectivamente puedo hacer más cosas, me encantaría. El rol me da lo mismo, lo importante es actuar y dentro de eso puedes hacer de malo, de bueno, de más o menos, de lo que sea, pero la idea es generar un personaje diferente, una prueba diferente para uno mismo.
¿Has recibido alguna oferta en ese sentido?
-No, nunca.
¿Te sientes encasillado?
-No me siento encasillado, creo que los que encasillan son los directores y los productores de telenovelas. Ellos son los que no alcanzan a proyectarse un poquito más con un actor que puede tener otras características o llegar a otros lugares. Los argentinos tienen esa cualidad, pescan a (Guillermo) Francella y hacen una película con un drama y una tragedia espantosa, y no es porque sea mejor que los actores nuestros que hacen comedia, como el caso mío por ejemplo.
¿Y tú, te has ofrecido?
-Es que no va por ese lado (ríe) que tú vas y dices me gustaría trabajar acá, porque la verdad yo creo que esa es una labor que tienen los productores y los directores que son finalmente los que deciden. Yo creo también que hay mucho compadrazgo dentro de este asunto de las telenovelas.
¿Es compadrazgo es el que evitaría que actores como tú no sean considerados para teleseries?
– Claro, porque es más cómodo para un director de pronto decir: ‘para qué voy a estar probando si tengo a este o a este otro’. Me da la impresión, porque veo que hay poco cambio y poca apertura para actores como yo.
“MUCHO RATING A BAJO COSTO”
El actor, que realizó durante 13 años el programa “Teatro en Chilevisión”, hace un alto para abordar cómo está la televisión y lo que ofrece a su público.
¿Echas de menos que programas como el Jappening con Ja no tengan mucha cabida hoy día en la televisión?
-Me llama la atención que tipos de programas como ese no aparezcan porque, primero, tenían una gran capacidad creativa, pero hay uno que se distingue que es el del Kike Morandé con “El Muro” que tiene esa característica de lo que podría llegar a ser un Jappening con Ja, de hecho hay muchos gags basados en lo que era el Jappening con Ja.
¿Y a qué crees tú que se deba que no hay una mayor oferta de humor para el televidente?
-A mí me da la impresión que eso pasa fundamentalmente por una cuestión de presupuesto, creo que los canales no se atreven a generar instancias para producir programas de humor y no se la juegan. De hecho, cuando yo presenté el proyecto Teatro en Chilevisión fue aprobado de inmediato, pero por una persona que sí sabía de televisión y de proyectar los programas. Cuando se lo ofrecí a Jaime de Aguirre él me dijo: ‘ya, vamos al aire’, porque hay gente que sabe de televisión y que va a tener proyecciones reales. Lo que hoy quiere la gente en la televisión es bajo costo y mucho rating, pero no se dan el trabajo como para generar y provocar esta situación de buen rating.
¿Qué opinión tienes respecto a la evolución que ha tenido la TV en la oferta programática para la gente?
-Siento que la oferta programática en este minuto no es tan variada como antes cuando la televisión era muy, muy, muy, muy importante, hablando de 20 o 15 años atrás. Pero hoy en día no, tenemos las mismas cosas, uno saca un reality y el otro quiere sacar otro reality, entonces están peleando por cosas que, primero, no son un gran aporte; uno saca un programa de copuchas o qué se yo y el otro saca otro igual. No sé si es falta de creatividad o falta de molestarse un poco más y generar alternativas. Siento que debería ser una ley que los canales tuvieran un área dramática, para que hubiera más que competencia, mucho trabajo y calidad de producciones.
HOMBRE DE RADIO
El día de Patricio Torres se divide entre colaborar con la familia, levantándose temprano para ayudarle a su esposa Fernanda García-Huidobro, a quien ha dirigido en varias obras como la que actualmente está presentado, preocuparse de sus proyectos teatrales y su trabajo en la radio, este último, oficio en el que ha descubierto una pasión.
¿Qué lugar ocupa la radio en tu corazón, cómo te llena ese trabajo?
-Mira, aquí hay un corazón partido diría yo. Yo llegué a la universidad, me vine de Talca para estudiar, hay cosas que me aprisionan demasiado fuerte con el teatro. La radio la descubrí un día que me dijeron: fíjate que hay radio, por qué no haces radio, nunca en mi vida hice radio y llevo 21 años en esto.
Descubrí que la radio tiene una inmediatez tan grande que es increíble, que juego desde otro punto de vista emocional, pero del Pato Torres Patricio, y no de un personaje que hago en el teatro o en la pantalla. Entonces, todas las cosas se combinan pero de tal manera que resulta muy interesante.
Siendo Patricio Torres en la radio, ¿ahí expresas tú opinión tal cual?
-Claro, claro, es como cuando estoy dando una entrevista que tengo la posibilidad de decir lo que pienso, sobre todo en estos tiempos. Yo tuve la suerte o la desgracia de haber vivido una dictadura de 17 años donde no tenía la posibilidad de hablar como hoy. Entonces, juega a favor decir yo pienso esto, esto y esto, y no voy a tener temor de que al salir de aquí me van a desaparecer.
“NADIE CREE EN NADIE”
El artista aprovecha esta tribuna y también se refiere a la crisis de confianza en las instituciones y a los cambios culturales que –asegura- aún no se han concretado del todo, porque no ha cambiado la mentalidad que hace que se caiga en malas prácticas.
“Colusiones, fraudes, estafas, todo el mundo está atento al momento en que culturalmente podamos cambiar esa mentalidad y decir: ‘no, yo también tengo dinero, tengo que ser solidario’, entonces seamos solidarios, repartamos nuestro dinero, busquemos la fórmula para que el más pobre tenga comunidad y cosas importantes a su haber”, reflexiona.
En ese sentido, ¿qué te parecen los cambios socioculturales que está viviendo el país?
-Creo que hay que profundizarlos más. Creo que es tremendamente importante porque hay cosas que nos superan. Mira lo que ocurre con las instituciones, políticamente hablando. Hoy día no hay credibilidad ninguna, me dan ganas de decir sí, existe la institucionalidad, es buena, la política es importante, pero generemos política y política buena.
Subraya que le apena que no puedan llevarse a cabo cosas importantes, como la educación gratuita “a la que todo el mundo se opone porque hay intereses económicos demasiado fuertes, y esas son cosas que tú empiezas a ver y dices ‘qué difícil debe ser gobernar’ cuando tenemos a un poder tan fuerte y por otro lado un poder social que quiere asumir un rol en la sociedad y no te deja el poder económico.
¿Qué te parece el cuestionamiento transversal por delitos que hay hacia la clase política, de cara a las elecciones y su efecto en la abstención?
-Creo que es el momento en que de alguna manera tenemos que demostrar que es tremendamente importante la institucionalidad. Fíjate que hoy día nadie cree en nadie, no se cree en los políticos, en los curas, en los bomberos que eran los amigos buenos, no se cree en la policía, para qué decir en las Fuerzas Armadas. Todos, todos están cubiertos de un manto lamentable de engaño, de fraudes, ¡qué lástima que estemos funcionando de esa manera! Yo sé que también es un proceso y ahí es donde viene el proceso cultural, donde hay que generar un cambio profundo en la cultura de nosotros, hay que decir ‘no metamos más las manos’, que esta cuestión que está aquí tiene un dueño.
¿Qué te parece el tema de las AFP?
-Es una vergüenza sencillamente, no existe opinión con relación a eso. No puede ser. El día de mañana yo me voy a jubilar con 300 lucas que es lo que me aporta la cotización dentro de mi contrato en la radio, porque las obras son pegas que surgen y se van, donde gano y no alcanzo a depositar acá, pero claro, es una vergüenza. No puede ser que las Fuerzas Armadas tengan estas pensiones que son vergonzosas. Cierto, a lo mejor tienen que jugar un rol tremendamente peligroso, pero busquemos el nivel, porque hay obreros que se han sacado la cresta trabajando o colgando de un andamio, que también ponen en riesgo sus vidas y tienen que tener una buena pensión.
https://lanacion.cl/2017/07/19/patricio-torres-estrena-nueva-comedia-en-el-san-gines/
¿Te acomoda más la comedia que el drama?
-Me cuesta poco hacer comedia y por eso me es más fácil de realizar. No es fácil hacer comedia pero tengo facilidad, y a lo mejor como no ha habido oportunidad de generar otras cosas la gente no me conoce en otras facetas, ya sea más trágica o más dramática.
En ese sentido, ¿echas de menos que no te hayan dado un rol dramático, un Pato Torres serio?
-Sí, echo de menos una algo así, me gustaría hacerlo para demostrar que efectivamente puedo hacer más cosas, me encantaría. El rol me da lo mismo, lo importante es actuar y dentro de eso puedes hacer de malo, de bueno, de más o menos, de lo que sea, pero la idea es generar un personaje diferente, una prueba diferente para uno mismo.
¿Has recibido alguna oferta en ese sentido?
-No, nunca.
¿Te sientes encasillado?
-No me siento encasillado, creo que los que encasillan son los directores y los productores de telenovelas. Ellos son los que no alcanzan a proyectarse un poquito más con un actor que puede tener otras características o llegar a otros lugares. Los argentinos tienen esa cualidad, pescan a (Guillermo) Francella y hacen una película con un drama y una tragedia espantosa, y no es porque sea mejor que los actores nuestros que hacen comedia, como el caso mío por ejemplo.
¿Y tú, te has ofrecido?
-Es que no va por ese lado (ríe) que tú vas y dices me gustaría trabajar acá, porque la verdad yo creo que esa es una labor que tienen los productores y los directores que son finalmente los que deciden. Yo creo también que hay mucho compadrazgo dentro de este asunto de las telenovelas.
¿Es compadrazgo es el que evitaría que actores como tú no sean considerados para teleseries?
– Claro, porque es más cómodo para un director de pronto decir: ‘para qué voy a estar probando si tengo a este o a este otro’. Me da la impresión, porque veo que hay poco cambio y poca apertura para actores como yo.
“MUCHO RATING A BAJO COSTO”
El actor, que realizó durante 13 años el programa “Teatro en Chilevisión”, hace un alto para abordar cómo está la televisión y lo que ofrece a su público.
¿Echas de menos que programas como el Jappening con Ja no tengan mucha cabida hoy día en la televisión?
-Me llama la atención que tipos de programas como ese no aparezcan porque, primero, tenían una gran capacidad creativa, pero hay uno que se distingue que es el del Kike Morandé con “El Muro” que tiene esa característica de lo que podría llegar a ser un Jappening con Ja, de hecho hay muchos gags basados en lo que era el Jappening con Ja.
¿Y a qué crees tú que se deba que no hay una mayor oferta de humor para el televidente?
-A mí me da la impresión que eso pasa fundamentalmente por una cuestión de presupuesto, creo que los canales no se atreven a generar instancias para producir programas de humor y no se la juegan. De hecho, cuando yo presenté el proyecto Teatro en Chilevisión fue aprobado de inmediato, pero por una persona que sí sabía de televisión y de proyectar los programas. Cuando se lo ofrecí a Jaime de Aguirre él me dijo: ‘ya, vamos al aire’, porque hay gente que sabe de televisión y que va a tener proyecciones reales. Lo que hoy quiere la gente en la televisión es bajo costo y mucho rating, pero no se dan el trabajo como para generar y provocar esta situación de buen rating.
¿Qué opinión tienes respecto a la evolución que ha tenido la TV en la oferta programática para la gente?
-Siento que la oferta programática en este minuto no es tan variada como antes cuando la televisión era muy, muy, muy, muy importante, hablando de 20 o 15 años atrás. Pero hoy en día no, tenemos las mismas cosas, uno saca un reality y el otro quiere sacar otro reality, entonces están peleando por cosas que, primero, no son un gran aporte; uno saca un programa de copuchas o qué se yo y el otro saca otro igual. No sé si es falta de creatividad o falta de molestarse un poco más y generar alternativas. Siento que debería ser una ley que los canales tuvieran un área dramática, para que hubiera más que competencia, mucho trabajo y calidad de producciones.
HOMBRE DE RADIO
El día de Patricio Torres se divide entre colaborar con la familia, levantándose temprano para ayudarle a su esposa Fernanda García-Huidobro, a quien ha dirigido en varias obras como la que actualmente está presentado, preocuparse de sus proyectos teatrales y su trabajo en la radio, este último, oficio en el que ha descubierto una pasión.
¿Qué lugar ocupa la radio en tu corazón, cómo te llena ese trabajo?
-Mira, aquí hay un corazón partido diría yo. Yo llegué a la universidad, me vine de Talca para estudiar, hay cosas que me aprisionan demasiado fuerte con el teatro. La radio la descubrí un día que me dijeron: fíjate que hay radio, por qué no haces radio, nunca en mi vida hice radio y llevo 21 años en esto.
Descubrí que la radio tiene una inmediatez tan grande que es increíble, que juego desde otro punto de vista emocional, pero del Pato Torres Patricio, y no de un personaje que hago en el teatro o en la pantalla. Entonces, todas las cosas se combinan pero de tal manera que resulta muy interesante.
Siendo Patricio Torres en la radio, ¿ahí expresas tú opinión tal cual?
-Claro, claro, es como cuando estoy dando una entrevista que tengo la posibilidad de decir lo que pienso, sobre todo en estos tiempos. Yo tuve la suerte o la desgracia de haber vivido una dictadura de 17 años donde no tenía la posibilidad de hablar como hoy. Entonces, juega a favor decir yo pienso esto, esto y esto, y no voy a tener temor de que al salir de aquí me van a desaparecer.
“NADIE CREE EN NADIE”
El artista aprovecha esta tribuna y también se refiere a la crisis de confianza en las instituciones y a los cambios culturales que –asegura- aún no se han concretado del todo, porque no ha cambiado la mentalidad que hace que se caiga en malas prácticas.
“Colusiones, fraudes, estafas, todo el mundo está atento al momento en que culturalmente podamos cambiar esa mentalidad y decir: ‘no, yo también tengo dinero, tengo que ser solidario’, entonces seamos solidarios, repartamos nuestro dinero, busquemos la fórmula para que el más pobre tenga comunidad y cosas importantes a su haber”, reflexiona.
En ese sentido, ¿qué te parecen los cambios socioculturales que está viviendo el país?
-Creo que hay que profundizarlos más. Creo que es tremendamente importante porque hay cosas que nos superan. Mira lo que ocurre con las instituciones, políticamente hablando. Hoy día no hay credibilidad ninguna, me dan ganas de decir sí, existe la institucionalidad, es buena, la política es importante, pero generemos política y política buena.
Subraya que le apena que no puedan llevarse a cabo cosas importantes, como la educación gratuita “a la que todo el mundo se opone porque hay intereses económicos demasiado fuertes, y esas son cosas que tú empiezas a ver y dices ‘qué difícil debe ser gobernar’ cuando tenemos a un poder tan fuerte y por otro lado un poder social que quiere asumir un rol en la sociedad y no te deja el poder económico.
¿Qué te parece el cuestionamiento transversal por delitos que hay hacia la clase política, de cara a las elecciones y su efecto en la abstención?
-Creo que es el momento en que de alguna manera tenemos que demostrar que es tremendamente importante la institucionalidad. Fíjate que hoy día nadie cree en nadie, no se cree en los políticos, en los curas, en los bomberos que eran los amigos buenos, no se cree en la policía, para qué decir en las Fuerzas Armadas. Todos, todos están cubiertos de un manto lamentable de engaño, de fraudes, ¡qué lástima que estemos funcionando de esa manera! Yo sé que también es un proceso y ahí es donde viene el proceso cultural, donde hay que generar un cambio profundo en la cultura de nosotros, hay que decir ‘no metamos más las manos’, que esta cuestión que está aquí tiene un dueño.
¿Qué te parece el tema de las AFP?
-Es una vergüenza sencillamente, no existe opinión con relación a eso. No puede ser. El día de mañana yo me voy a jubilar con 300 lucas que es lo que me aporta la cotización dentro de mi contrato en la radio, porque las obras son pegas que surgen y se van, donde gano y no alcanzo a depositar acá, pero claro, es una vergüenza. No puede ser que las Fuerzas Armadas tengan estas pensiones que son vergonzosas. Cierto, a lo mejor tienen que jugar un rol tremendamente peligroso, pero busquemos el nivel, porque hay obreros que se han sacado la cresta trabajando o colgando de un andamio, que también ponen en riesgo sus vidas y tienen que tener una buena pensión.
https://lanacion.cl/2017/07/19/patricio-torres-estrena-nueva-comedia-en-el-san-gines/
