Controversia ha causado en los Juegos Olímpicos de París 2024 el caso de dos boxeadoras que forman parte de la cita de los cinco anillos, pese a no haber pasado pruebas de elegibilidad de género y se les apartara de competencias en el pasado.

Las deportistas en cuestión corresponden a la argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting, quienes, producto de la mencionada situación, fueron excluidas del Mundial de Nueva Delhi en 2023 organizado por la Federación Internacional de Boxeo. 

Respecto a la africana, se le descalificó por “mostrar elevados niveles de testosterona” en la previa a la pelea por el título, mientras que con la asiática ocurrió lo mismo, luego de detectarse “irregularidades en su prueba bioquímica”. 

No obstante, el Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó la participación de las dos atletas en París 2024. “Son mujeres en su deporte y queda establecido que se trata de mujeres”, señaló Mark Adams, un vocero de la entidad, y añadió que “todas las competidoras que participan en los Juegos siguen y respetan las reglas de elegibilidad”. 

POLÉMICO COMBATE

A pesar de la postura del COI, han surgido diferentes cuestionamientos ante las dudas por el género de ambas deportistas, y de hecho, la polémica sumó un nuevo episodio este jueves. 

Y es que en el combate entre Imane Khelif y la italiana Angela Carini, esta última decidió abandonar la pelea a los 50 segundos del primer round, después de recibir un par de golpes de su rival. 

En un momento, la europea conversó con su entrenador en una esquina del ring y confirmó que no seguiría peleando, decisión que tiene relación directa con la controversia por la participación de Khelif. 

Asimismo, después de que el juez dio por ganadora a Khelif, la argelina fue a saludar a Carini, pero la italiana la ignoró y posteriormente lloró en medio del ring.

Cabe destacar que este miércoles, la ministra italiana de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, se había sumado a las críticas, y expresó una “gran preocupación” por la admisión en el boxeo femenino de “dos transexuales, hombres que se identifican como mujeres y que, en cambio, en las últimas competiciones fueron excluidos”. 

“Es sorprendente que no existan criterios ciertos, estrictos y uniformes internacionales, y que precisamente en los Juegos Olímpicos, un acontecimiento que simboliza la equidad deportiva, se pueda sospechar, y mucho más que sospechar, una competencia desigual e incluso potencialmente arriesgada para uno de los contendientes”, agregó.