Bajo el marco del estreno de la película “El Conde” en el Festival de Venecia, sátira que retrata al dictador Augusto Pinochet como un vampiro de 250 años cansado de vivir luego de ser tratado de ladrón, su director, Pablo Larraín, aseguró que la “impunidad lo hizo eterno”.
“Hay ciertas personas que creen que Pinochet no debe ser filmado, que creen que su figura no debe ser filmada o nunca o que todavía es muy reciente. Yo creo que el mal si puede y debe ser filmado, debe ser retratado”, declaró durante la rueda de prensa de la Mostra
Además, el cineasta chileno comentó que “Pinochet nunca enfrentó a la justicia y esa impunidad lo hizo eterno, lo convirtió en vampiro”.
Asimismo, Larraín señaló a Screendaily que “cuando pensaba cómo abordar su maldad, de su impunidad surgió la idea de un vampiro y de la vida eterna. ‘Argentina, 1985’, de Santiago Mitre, es una película sobre la justicia y cómo ese país pudo seguir adelante porque había un acuerdo nacional de que esto no volvería a suceder y que esa gente debería ir a la cárcel”, expresó.
“Nunca llevamos a Pinochet a juicio. Murió millonario y libre y esa falta de impunidad lo hizo eterno y ha roto mi país”, agregó el director.
Asimismo, detalló sobre el trabajo realizado para equilibrar el humor en la película. “El humor, incluso la sátira, tiene un ritmo (…) Se trata de ritmo y silencio y de cuándo hay que hablar y, por supuesto, de las actuaciones. Creo que los no chilenos podrían conectarse más con los chistes que los chilenos, pero tratamos de mantenernos dentro de un tono que funcionara para la mayoría de las personas”, contó.