Este domingo, la organización de los Juegos Olímpicos de París 2024 se disculpó con aquellos que se sintieron ofendidos debido a una performance desarrollada durante la ceremonia de inauguración que evocó “La Última Cena”, del artista Leonardo Da Vinci.

La escena en cuestión, titulada “Festividad”, presentó a Barbara Butch, una DJ y productora ícono de la comunidad LGBTQ+, quien era acompañada por artistas drag y balarines. La performace fue condenada por conservadores religiosos y la Conferencia Episcopal Francesa la catalogó como “escenas de burla” para el cristianismo.

Asimismo, la Comunión Anglicana en Egipto expresó su “profundo pesar” y subrayó que la ceremonia podría significar que el Comité Olímpico Internacional (COI) “pierda su identidad deportiva distintiva y su mensaje humanitario”.

“Todos los cristianos de todos los continentes se han visto heridos por el exceso y la provocación de determinadas escenas”, expresó por su parte la Conferencia Episcopal Española. La escena también causó molestia en Chile, donde el arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, expresó su malestar a través de redes sociales.

“Me duele y decepciona la parodia grotesca de lo más sagrado que tenemos los católicos, la Eucaristía (…) La intolerancia de los ‘tolerantes’ no tiene límite. Así no se construye una sociedad fraterna. Fuimos testigos del nihilismo en su máxima expresión”, señaló en su cuenta de X.

Consultado sobre las críticas, el director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, sostuvo que la idea principal era celebrar la diversidad, además de rendir homenaje a la fiesta y la gastronomía francesa.

“Mi deseo no es ser subversivo, ni burlarme ni escandalizar (…) Sobre todo, quería enviar un mensaje de amor, un mensaje de inclusión y para nada dividir”, declaró a The Associated Press.

“La idea era más bien hacer un gran festival pagano conectado con los dioses del Olimpo… Olympus… Olimpismo”, reveló.

Sobre la misma línea, la portavoz del certamen deportivo, Anne Descamps, sostuvo que “nunca hubo la intención de mostrar falta de respeto a ningún grupo religioso. Al contrario, creo que (con) Thomas Jolly, realmente intentamos celebrar la tolerancia comunitaria”.

“Al observar el resultado de las encuestas, creemos que este objetivo se logró. Si la gente se ha sentido ofendida, por supuesto, lo lamentamos mucho, mucho”, agregó.