La operación denominada Hermandad se gestó mediante un trabajo coordinado con el Servicio Nacional de Aduanas, el cual permitió obtener información sobre la presencia de un contenedor marítimo especialmente adaptado para la ocultación de droga.
La organización de esta banda era liderada por un sujeto asentado en Casablanca, quien adquiría cocaína base y clorhidrato de cocaína, para posteriormente trasladarla hasta un departamento ubicado en Viña del Mar, el cual funcionaba como centro de acopio y distribución de las sustancias ilícitas.
En el operativo, la PDI incautó 23 kilos de clorhidrato de cocaína, avaluados en cerca de 100 millones de pesos, además de elementos para la dosificación de la sustancia ilícita.
Además se incautó una subametralladora mini UZI de fabricación artesanal y munición de diversos calibres, armamento que según lo informado era adquirido en Santiago a ciudadanos extranjeros.